Latinoamérica lamentó la muerte del escritor José Saramago

El talentoso literato portugués falleció ayer víctima de una leucemia. Numerosos jefes de Estado y personalidades del mundo de las Letras recordaron al artista

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Los Gobiernos de Latinoamérica, así como destacados escritores de la región lamentaron ayer la muerte de José Saramago, a quien calificaron como un "inmortal" gracias a sus obras y legados.

El primer mandatario en pronunciarse, luego de que el mundo se enterara de la muerte este viernes del escritor portugués a causa de una leucemia, fue el presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, quien destacó el origen humilde y el carácter autodidacta de Saramago. "José Saramago contribuyó de manera decisiva a valorar la lengua portuguesa. De origen humilde, se convirtió en autodidacta y se proyectó como uno de los mayores nombres de la literatura mundial", dijo Lula, quien destacó además la labor social del único Premio Nobel de Literatura en lengua portuguesa. Fue un intelectual "respetado en todo el mundo", que nunca "olvidó sus orígenes" y fue un defensor "de las causas sociales y de la libertad durante toda su vida".

El presidente mexicano, Felipe Calderón, también lamentó el fallecimiento del Nobel de Literatura 1998 como "una dolorosa pérdida, no sólo para las letras iberoamericanas, sino para el pensamiento humanista contemporáneo".

Por su parte, el Gobierno de Colombia elogió al escritor por su aportación al "pensamiento universal" y aseguró que su muerte implica perder a "uno de los seres más representativos de la literatura".

En tanto, la ministra ecuatoriana de Patrimonio Cultural y Natural, María Fernanda Espinosa, calificó a Saramago como "un gran auscultador de la realidad de los pueblos subalternos. Es una pérdida física, que duele, pero que lo que queda es todo el legado que dejó a las letras, a la literatura, al pensamiento progresista y al mundo de las ideas".

El presidente de El Salvador, Mauricio Funes, y su esposa, Vanda Pignato,
destacaron en un comunicado que la muerte del escritor, "nos conmueve y ha llenado de tristeza a la familia presidencial y a la sociedad salvadoreña". Señalaron que Saramago se caracterizó por "la agudeza de su pluma, por la severidad de sus palabras siempre llenas de verdad, y por la pertinencia de sus juicios siempre cargados de exactitud". Funes, el primer presidente de izquierda en El Salvador, y su esposa expresaron que sus "pasos" han contado con el "consejo oportuno" de Saramago y "su calurosa estima", sin dar detalles sobre su relación con el escritor.

El reconocimiento de sus colegas
Igualmente, destacados representantes de las letras latinoamericanas se unieron al duelo por este fallecimiento y ensalzaron tanto su figura social y política como literaria.

El escritor argentino Santiago Kovadloff lo consideró un "gran luchador" de la democracia hasta la caída en 1974 de la dictadura de Antonio de Oliveira Salazar en Portugal.

Para la directora de la Fundación Benedetti "ha sido un golpe muy duro por la enorme admiración que sentimos tanto por su obra como por su espíritu y su persona".

Según Miguel Barnet, presidente de la Unión de Escritores y Artistas de Cuba (UNEAC), Saramago ha sido "un amigo fiel" de Cuba hasta el último día de su vida, y resaltó "su ética, su lucidez y un pensamiento consecuente con su ideario comunista".

El cineasta brasileño Fernando Meirelles, director del filme Ensayo sobre la ceguera (2008), basado en la obra homónima de José Saramago, subrayó que "definitivamente, hoy el mundo se ha vuelto aún más necio y ciego".

Por su parte, el presidente de la Academia Brasileña de Letras (ABL), Marcos Vinicios Vilaça, anunció que la institución guardará tres días de luto con la bandera a media asta por la muerte del escritor, quien fue nombrado socio correspondiente en junio del año pasado por su contribución a la difusión del portugués como lengua literaria.

El escritor colombiano Álvaro Mutis afirmó sentir una tristeza "tremenda" por la muerte de José Saramago, un hombre que se condujo con rigor "en todos los actos de su vida. Lo admiré mucho siempre porque tenía una mezcla de rigor muy bien colocada en todos los actos de su vida y al mismo tiempo era un hombre muy gentil".

El poeta chileno Gonzalo Rojas consideró ayer que el escritor portugués murió de forma prematura, pues lo veía "como un muchacho", en plena ebullición creativa. "¿Cuántos años tenía José? 87 años (...) era un muchacho", agregó.

En el mismo sentido se manifestó el autor uruguayo Eduardo Galeano, quien afirmó que Saramago "era el más joven de los escritores. Y lo seguirá siendo".

Mientras que la escritora brasileña Nélida Piñón definió como "inmortal" y "eterno" al escritor portugués. "Sabía que él estaba frágil, estaba enfermo, pero siempre pensé en Saramago como un inmortal por su propia obra, por sus hechos humanos. Lo había eternizado. Él es eterno", señaló.

El sacerdote y poeta nicaragüense Ernesto Cardenal definió a Saramago como "un gran escritor, merecedor como pocos del gran premio Nobel, pero además un bello ser humano, un comunista profundamente honesto, defensor de todas las buenas causas, un hombre humilde".

Para el escritor también de ese país Sergio Ramírez el Nobel luso "fue la conciencia de la literatura", "un juez severo de su época" y alguien "capaz de aguarle la fiesta a cualquiera porque no tenía pelos en la lengua".

El director de la Academia Hondureña de la Lengua, Oscar Acosta, calificó la obra de Saramago de "sólida y muy ejemplar. Saramago fue un exponente de la literatura peninsular".

El escritor salvadoreño Manlio Argueta
, por su parte, recordó a Saramago como "un escritor de altos vuelos y especialmente porque proviene de una familia muy humilde".


Saramago murió ayer cuando se encontraba en su residencia de Lanzarote, España, a causa de una leucemia.

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