El fast fashion es bastante parecido al fast food. Así como uno entra a uno de estos locales en busca de un menú económico y fugaz (además de rico), en las tiendas de moda ?rápida? se ingresa a la caza de las últimas tendencias que se vieron en la pasarela pero de menor calidad y a bajo precio.
La ?líder? de este movimiento es, sin dudas, la española Zara y sus seguidoras son las conocidas Forever 21, H&M y Topshop, entre otras.
, una especialista en tendencias de moda, destacó en
que fast fashion es un término utilizado para denominar determinadas colecciones de ropa que están basadas en las más recientes tendencias presentadas en los fashion weeks más importantes del mundo.
?Las tendencias son diseñadas y manufacturadas velozmente permitiendo al consumidor acceder a las tendencias de moda en tiempo récord y a bajo precio?, añadió.
?Es tener implantado un sistema de logística que esté basado en ir más rápido que la propia idea, es decir que permita al diseño, la producción y la puesta de las prendas en los negocios -es decir todo el circuito- en un tiempo de dos semanas o menos, y lograr de este modo el reemplazo de prendas vendidas varias veces cada semana?, según explicó
Cuando antes las colecciones tardaban
?La reposición y rotación de los productos en los negocios debe ser muy frecuente para motivar al cliente a visitarla y comprar nuevos productos?, aclaró la docente y agregó: ?También debe poseer un alto contenido de moda y diseño, este componente debe estar presente en las colecciones y en la confección, y debe reflejar las últimas tendencias de la moda en el mundo?.
De esta forma,
. La ecuación parece perfecta y deja conforme tanto a los vendedores, que generan más ganancias, como a los clientes que consiguen a menor precio las prendas copiadas que usan los famosos y se ven en las pasarelas del mundo.
La moda rápida también tiene su cara oculta que muchos no quieren ver. Las estadísticas internacionales indican que cada español se deshace al año entre siete y ocho kilos de ropa en promedio. ¿El motivo?
El sistema fast fashion fomenta la adicción a comprar para luego tirar ropa barata y, paralelamente, afecta a la ecología ya que
El trabajo esclavo es otra de las consecuencias de la cultura del derroche y de los descartes de ropa que se hace en cada temporada.
Además, la calidad de la ropa dista de ser la mejor.
En contra de esta moda ultra veloz en el Viejo Continente se están realizando varias acciones. El año pasado se lanzó en Londres un nuevo plan de denuncia del impacto ambiental que apoya el desarrollo de la ?ropa sostenible?.
Por su parte Francia creó un nuevo estilo llamado 'slowear' para explorar tejidos con materiales que respeten el medio ambiente y una mayor duración de las prendas.