Advierten por aumento en el país de enfermedad inflamatoria intestinal

Si bien hace unos años esta afección se consideraba propia de los países desarrollados, en la actualidad es un problema en aumento también en aquellos en vías de desarrollo. Suelen presentarse más frecuentemente entre los 15 y los 30 años

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La Sociedad Argentina de Gastroenterología (SAGE), miembro de la Organización Mundial de Gastroenterología (OMG), informó que es cada vez mayor la prevalencia de enfermedad inflamatoria intestinal en la Argentina. Es por eso que este 29 de mayo, Día Internacional de la Salud Digestiva, se hará hincapié en el diagnóstico temprano y manejo adecuado de esta condición, que es crónica y afecta severamente la calidad de vida de quienes la padecen.

La enfermedad inflamatoria intestinal constituye un grupo de condiciones inflamatorias del tracto gastrointestinal sin una razón aparente, entre las que se destacan la colitis ulcerosa y la enfermedad de Crohn. En muchas ocasiones requiere hospitalización y cirugía, aunque con una terapia médica y quirúrgica adecuada a cada caso, los pacientes pueden llevar una vida plena y productiva.

Muchos pueden, incluso, lograr que su enfermedad llegue a una remisión duradera.

El doctor Aníbal Gil, médico de planta del Grupo de Enfermedades Inflamatorias Intestinales del Hospital de Gastroenterología "Doctor Carlos Bonorino Udaondo", declaró que "globalmente, estas enfermedades tienden a ocurrir más en países industrializados que en aquellos en vías de desarrollo. Sin embargo, en los últimos años aumentaron las tasas de incidencia en los países en vías de desarrollo", y en la Argentina, si bien no existen estadísticas, "se observa en la práctica clínica una mayor prevalencia".

En los EEUU, "cada año se diagnostican aproximadamente 10 personas con colitis ulcerosa y 16 con enfermedad de Crohn por cada 100 mil habitantes. La edad más frecuente de presentación es entre los 15 y 35 años, en un momento de realización personal, de estudio, de iniciar una familia, por lo que afecta notoriamente la calidad de vida", comentó Gil. El segundo pico de diagnóstico se produce entre los 50 y 55 años.

Por su parte, el doctor Luis Boerr, jefe del Departamento de Medicina Interna del Hospital Alemán, dijo que se sospecha que un niño tiene enfermedad inflamatoria intestinal cuando presenta "detención del crecimiento, anemia, dolor abdominal, sangrado por el recto o con la materia fecal, diarrea, lesiones perianales y otras". En el adulto las características son similares, aunque pueden observarse además fístulas y síntomas articulares, oftálmicos, dermatológicos y otros.

El médico explicó que "las consecuencias de la enfermedad inflamatoria intestinal son diversas y múltiples. Muchos pacientes se operan, mientras que otros pueden terminar con una invalidez importante para desarrollar sus actividades normales, embarazarse o practicar deportes, entre otras".

Para evitar estas secuelas y mejorar la calidad de vida del paciente, es esencial optimizar el diagnóstico y el tratamiento, que tiene por objetivos calmar los síntomas, cicatrizar las lesiones cuando es posible, disminuir la probabilidad de que la enfermedad se reactive, e intentar detener su avance en el caso de que tienda a progresar.

Si estas enfermedades se complican, o no se las trata adecuadamente, pueden llegar a ser muy severas. Tienen necesidad de medicación crónica y, en algunos casos, su progresión requiere tratamientos muy potentes; además en ocasiones se requieren una o más cirugías por complicaciones.