La estrella canadiense, futuro marido de la actriz argentina Luisana Lopilato, admitió que nunca escribió sobrio un tema
25 May, 2010 07:57 a.m. EST
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El cantante canadiense Michael Bublé es considerado el nuevo Frank Sinatra. Sus características: una voz aterciopelada, prolijos trajes y encanto juvenil.
Lleva vendidos más de 22 millones de álbumes en todo el mundo, pero pese a todo este hijo de un pescador canadiense sigue siendo humilde.
El actual novio, y futuro marido, de la actriz argentina Luisana Lopilato concedió una entrevista a la agencia
DPA
en la que confesó que escribe sus canciones en estado de embriaguez.
"Todavía nunca escribí sobrio una canción, eso no lo puedo hacer. Necesito alcohol y algo más fuerte para catapultar mi cabeza a otro nivel. Por ejemplo, Lost lo escribí en un hotel en Melbourne. No me podía acordar, porque estaba tan ebrio. Pero antes de desmayarme, me llamé a mí mismo y canté la canción. A la mañana siguiente pude escucharla en el contestador automático de llamadas"
, admitió el artista.
Durante la entrevista el periodista le preguntó al cantante por qué le gusta bailar en clubes nocturnos, algo que Bublé negó rotundamente.
"Yo no voy a los clubes nocturnos. ¿Por qué tendría que soportar una horda de hombres ebrios y transpirados, que lo hacen enloquecer a uno? Me gusta reunirme con mis amigos, para conversar tranquilamente. Ir a un club nocturno tiene aproximadamente el mismo sentido que una cita en un cine. Uno está sentado al lado de la persona durante dos horas, mira fijo a la pantalla y no intercambia ni una palabra. Prefiero encontrarme con mis amigos en casa para jugar al póker o ellos traen a sus novias y bailamos un poco", declaró.
Michael reconoció que le gusta vestir bien en sus shows porque siente que es una forma de demostrarle respeto a su público.
"Sobre el escenario uso trajes, para mostrar reconocimiento a mi público. Le tengo un gran respecto. Lo menos que puedo hacer es esforzarme por tener una buena apariencia. Es ridículo cuando las bandas aparecen sobre el escenario con camisteas y jeans rotos, sólo para parecer 'cool'. Con frecuencia ellos se esforzaron más para lograr su estética horrible que yo para tener buen aspecto. En cambio, en privado uso preferentemente camisetas y gorros", admitió.
Bublé explicó también que cantar covers es mucho más difícil que interpretar temas propios, a pesar de que en su álbum
Crazy love
tiene 11 clásicos y apenas 2 canciones de él.
"Los covers son mucho más difíciles. Muchos de ellos fueron interpretados por los músicos más grandiosos del mundo y uno siempre es comparado con ellos. Por este motivo casi tengo que reinventar la canción. Tengo que lograr una nueva atmósfera, hacer un nuevo arreglo y cambiar la velocidad. A veces esto funciona extraordinariamente, a veces no. En cambio, si escribo mi propia canción, no hay comparaciones", finalizó.