El fútbol argentino vive una etapa sin precedentes si se toma como referencia una línea histórica que mostraba la tendencia de los grandes a pelear por los primeros lugares de la tabla y de los chicos a quedar relegados a un buen papel o, en otro caso, mantener la categoría.
La obtención del Apertura pasado por parte de un Banfield contundente es un hecho que tuvo continuidad en el humilde trabajo de un Argentinos Juniors que se quedó con el Clausura la semana pasada sin que nadie le pueda recriminar nada.
A Argentinos se le agrega ahora el regreso a Primera después de treinta años de All Boys, un equipo del ascenso que fue de menor a mayor y coronó un gran trabajo de su dirigencia ganándole la Promoción a un Central que hizo todo lo contrario.
Será para otra ocasión analizar a un grande de Rosario que ha sido devastado por sus dirigentes desde hace tiempo. El descenso, se sabe, es la consecuencia.
Cabe incluir en esta tendencia a un Lanús que ha crecido como pocos y a un Huracán que, dirigido por Ángel Cappa, vivió su cuarto de hora el año pasado, cuando perdió el último partido de una forma polémica ante Vélez, que se llevó el título del Clausura.
Después vino lo de Banfield, donde Falcioni armó un equipo por demás compacto que no se cayó en el último torneo, donde dio pelea al mismo tiempo que la luchó en la Copa Libertadores.
Argenitnos apostó en su momento por la humildad de Borghi y el equipo fue de menor a mayor hasta bajar a Independiente primero y a Estudiantes después. En la última fecha se coronó campeón con jugadores poco conocidos y cuyos pases no eran para nada suculentos. Ahora muchos de ellos se cotizan algo más y otros pueden seguir en Boca, desde donde le echaron el ojo a Borghi. Otros también tuvieron posibilidades de viajar a Sudáfrica junto a Diego Maradona.
Ayer, All Boys, un club tan de barrio como Argentinos, logró el ascenso nada menos que en Rosario frente a un Central que, por historia, es mucho más. Pero allí los de Floresta revalidaron la victoria de la que los privó un polémico arbitraje en el choque de ida, cuando terminaron 1 a 1.
Con buen fútbol y tres golazos, All Boys se llevó un triunfo más que merecido que lo puso en Primera y en la lista de esos clubes chicos que se hacen grandes frente a la caída de los poderosos.