El ministro de Educación porteño, Abel Posse, renunció a su cargo y será reemplazado por el diputado nacional de PRO Esteban Bullrich, confirmaron diferentes fuentes oficiales y políticas.
La salida de Posse, que fue cuestionado por los gremios docentes, el gobierno nacional y la totalidad de los dirigentes de la oposición, se conoció el martes por la noche, pero se hará oficial recién este miércoles, cuando el jefe de Gabinete porteño, Horacio Rodríguez Larreta, brinde una conferencia de prensa a las 9:15 en el microcine del gobierno de la Ciudad.
Bullrich, en tanto, se reunió con el jefe de Gobierno Mauricio Macri, quien le confirmó su designación y expresó sus objetivos en la cartera educativa. Según las fuentes consultadas, Macri le había ofrecido al legislador nacional el cargo de ministro de Educación cuando fue desplazado Mariano Narodoswki, involucrado por la Justicia en una causa por espionaje telefónico. Sin embargo, en aquel momento Bullrich desestimó de asumir la responsabilidad, tal como hicieron otros dirigentes del PRO.
Un día antes de asumir, Posse había acusado al kirchnerismo de "no reprimir" para enfrentar el problema de la inseguridad y de "infectar con un virus ideológico" la lucha contra el delito, "imponiendo la visión trotskoleninista de demoler las instituciones militares y la policía".
En una columna periodística que se publicó en el diario La Nación, Posse repudió lo que denominó los "guerrilleros que rodean a los K", y responsabilizó a "los Kirchner" de no contener la ola de violencia ni las protestas sociales. Además, aseguró que "cuando el gremio" docente "negocia" aumentos salariales "con los chicos en el medio, es como si alguien les pusiera un revólver en la cabeza".
Las diferentes declaraciones provocaron reacciones y polémicas, pese a lo cual Posse comentó que no se arrepentía. El secretario adjunto de CTERA y legislador porteño por el kirchnerismo, Francisco Nenna, rechazó la designación de Posse "por su perfil fascista y represivo", y preanunció "graves conflictos" si el escritor permanecía en el cargo. Por su parte, el jefe de Gabinete, Aníbal Fernández, consideró a Posse como un "faccioso", un "misógino" y un "enorme burro" con una "dudosa formación democrática".