Para qué sirve la Cédula

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El Documento Nacional de Identidad (DNI) es el principal documento que acredita la identidad de una persona en la Argentina, pero ante la posibilidad de robo o extravío -su renovación puede demorar-, pocas personas son las que habitualmente lo llevan consigo. Por esa razón en las billeteras o bolsillos suele estar presente la Cédula Federal de Identidad (CI). Entonces, es bueno saber para qué sirve y para qué no, y así evitar malentendidos o frustraciones.

Lo primero que cabe aclarar es que la CI es un documento que complementa al DNI, pero que no lo reemplaza. Es decir, no se puede utilizar para realizar los trámites para los que es exclusivo el DNI: la votación, el Registro Nacional de las Personas (Renaper), empadronamiento, enrolamiento al Ejército, trámites en el Registro Civil -como inscripción de un hijo, casamiento y pago de multas, entre otros- e incluso para efectuar simples trámites bancarios.

Vale recordar que, por normativa, las entidades financieras ya no aceptan la CI como identificador del portador (desde el corralito, en 2002). Sólo el DNI. Aunque en algunos casos, no muchos, se suelen hacer excepciones en bancos de capital privado. Eso sí, para abrir una cuenta de ahorro o cuenta corriente, sólo es aceptado el DNI.

De todos modos, la cédula es aceptada para toda clase de trámites administrativos en organismos privados, como las prepagas, clubes, o agencias de viajes, entre otros tantos. Y en casos excepcionales o de emergencia, puede ser válido ante organismos públicos. Pero mejor no arriesgarse si se tiene el DNI guardado en el cajón de casa.

Mientras que el Documento Nacional de Identidad es emitido por el Renaper, la Cédula de Identidad y el pasaporte los emite la Policía Federal o las autoridades provinciales en el caso de la cédula. La CI no es obligatoria ni su posesión en nuestro país, pero sí lo es el DNI. Desde 1994, cuando se digitalizó la impresión de la cédula y los pasaportes, la Policía los entrega en conjunto.

En el Interior, sin embargo, las demoras en la tramitación del DNI obligan a que la cédula -emitida por las policiales provinciales, salvo en Entre Ríos- tenga mayor aceptación. Casualmente, en los distritos donde permanecen las cédulas no electrónicas, es donde mayor número de falsificaciones se han detectado. En la Capital y la provincia de Buenos Aires, en cambio, la digitalización significó una barrera para evitar duplicados o triplicados apócrifos.

La Cédula Electrónica, que primero se estrenará la provincia de San Luis, será un remedio efectivo a las dificultades que presenta la identificación en muchos lugares del país. Como se utiliza en varias naciones de Europa, este documento contendrá además de los datos identificatorios de su portador, la historia clínica, el carné de conductor y los antecedentes judiciales.

Claro que el DNI, que por sus funciones no pudo ser completamente digitalizado (requiere de hojas para los sellos en las votaciones, cambios de domicilio y alistamiento en la Fuerzas Armadas) el endurecimiento de las penas de cárcel por su copia ilícita persuadieron a las bandas delictivas.

Otros usos de la cédula
Así como el pasaporte es el documento que nos identifica fuera de la Argentina, la CI también es válida para viajar a los países limítrofes -no confundir sólo con los miembros del Mercosur-, como Uruguay, Brasil, Paraguay, Bolivia y Chile. Las cédulas provinciales tiene la misma validez para cruzar la frontera.

Otra diferencia sustancial entre el DNI y la cédula es que ésta última tiene fecha de vencimiento, mientras que el primero no, luego de haberse renovado en la adolescencia. Si bien en la puerta de una discoteca o en un comercio no se fijarán en ese detalle, ante la Policía sí puede conllevar un contratiempo. Por eso, al renovar el pasaporte (cada cinco años), se exige al mismo tiempo tramitar la cédula.

Ante la falta de la cédula, la licencia de conducir suele ser el documento más aceptado para identificarse ante las autoridades, ya que también es emitido por organismos del Estado, como el Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires o la provincia correspondiente. Los carnets universitarios públicos o de bibliotecas públicas, por igual motivo, pueden servir también.

Los demás documentos que llevan fotografía con nombre y apellido, como el carnet de socio de un club de fútbol, quedarán a discreción del quien lo solicite.