Un investigador de la Universidad del Estado de Pensilvania, en los Estados Unidos, asegura que logró despejar una de las incógnitas que han ocupado a los estudiosos de las pinturas rupestres durante el último siglo.
Después de analizar varias imágenes de manos del Pleistoceno, Dean R. Snow, pudo concluir que un gran número de esas impresiones fue realizado por mujeres, publica hoy el portal español Público.
Este dato, de confirmarse, proporcionaría información sobre el rol social femenino durante la prehistoria y acabaría con el prejuicio (más presente en la cultura popular que entre los estudiosos) de que los hombres eran los protagonistas del arte de las cavernas.
"En las cuevas que he estudiado, en torno al 75% de las manos pertenecían a mujeres", apunta el arqueólogo norteamericano.
Aunque por el momento no realizó una reflexión profunda sobre el significado de esta mayoría femenina, Snow cree que al menos el dato parece sugerir "un cierto igualitarismo en aquellas sociedades".
Según Snow, sería posible distinguir un hombre de una mujer comparando las relaciones de tamaño entre sus dedos índice y anular: las mujeres suelen tener ambos dedos de la misma longitud, mientras los hombres, de media, tienen más largo el anular.