Conjuntivitis: cómo prevenirla y evitar el contagio

Se trata de una de las más habituales enfermedades de los ojos, casi siempre contagiosa. Tratarla bien requiere no sólo la intervención de un especialista sino también ayuda de los pacientes para no difundirla

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Los ojos pican, se inflama el interior de los párpados, aparecen secreciones espesas y costras en las pestañas

. La luz fuerte molesta. Estos son algunos de los síntomas de la conjuntivitis (inflamación de las membranas superficiales del ojo), una de las más comunes enfermedades oculares. No es grave, pero tampoco debe descuidarse ya que las complicaciones que involucran a la córnea (querato-conjuntivitis) pueden causar serias molestias durante meses.



La enfermedad tiene diversos orígenes: sustancias irritantes, traumas, alergia, bacterias, virus

. Esta última variante es la más contagiosa porque se propaga tempranamente, antes de que el paciente perciba los síntomas; además, el adenovirus fuera del cuerpo puede llegar a estar activo durante días y transformar una toalla compartida, una piscina con amigos o la mano tendida en peligrosos instrumentos de contagio.



El tratamiento de la conjuntivitis en cualquiera de sus formas debe quedar en manos de un oftalmólogo, pero

las personas afectadas y quienes las controlan son responsables de evitar el contagio de familiares, allegados y compañeros

. Algunos de los recaudos imprescindibles son no tocarse los ojos o frotarlos con los dedos, lavarse las manos con frecuencia usando agua tibia y jabón, lavarse las secreciones dos veces por día con algodón o papel tisú nuevos que se descartan de inmediato, lavar sábanas, fundas y toallas con agua caliente y detergente, no maquillarse los ojos y mucho menos compartirlo, preferir los anteojos a las lentes de contacto, no compartir utensilios cotidianos que no hayan sido escrupulosamente lavados.



Es importante que durante el curso agudo de la enfermedad los niños no asistan a la escuela o al jardín. Sería ideal que los adultos tampoco concurrieran a sus trabajos

, pero si esto se hiciera imprescindible deben extremar recursos para evitar el contacto físico directo o indirecto con sus compañeros.



Las infecciones virales son autolimitadas: lo importante es evitar las sobreinfecciones. Suelen durar varios días y las complicaciones con queratitis, meses. Las conjuntivitis bacterianas -más leves- alrededor de una semana. Estas últimas pueden tratarse con gotas portadoras de antibióticos.



Conviene estar advertidos de que

las conjuntivitis virales empeoran el cuadro a pesar de la medicación y de que la mejoría llega hacia el séptimo día de tratamiento.
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