Grave agresión de sindicalistas al director del Teatro Colón

Pedro Pablo García Caffi fue insultado por gremialistas en la legislatura porteña. Había dicho que el teatro "no es un seguro de empleo que apila gente en los pasillos". Tuvo que irse con custodia por las amenazas

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"Somos un teatro de producción, no un seguro de empleados públicos apilados en los pasillos"

, fueron las palabras de García Caffi que

desataron el enojo de sindicalistas vinculados al personal del Colón, presentes en el encuentro que se desarrollaba en el parlamento local.


García Caffi, quien asumió al frente del Colón a mediados de febrero, debió ser custodiado por personal de seguridad de la Legislatura para poder salir del salón Montevideo, donde había concurrido para participar de la reunión de la Comisión de Cultura, citado por la legisladora Inés Urdapilleta.



La reunión comenzó pasadas las 17

con un clima de tensión

entre los delegados gremiales y García Caffi, quien días atrás

emitió un informe en el cual anunció la reducción de casi 400 empleados, así como la disolución de al menos diez áreas de la tradicional estructura.


Con este escenario, García Caffi escuchó en la Legislatura los reclamos de los gremios y, posteriormente, inició su discurso -que leyó pausadamente- en el cual resaltó que su objetivo era "

lograr una estructura orgánica funcional a un teatro del siglo XXI en el cual las estructuras obsoletas requieren nuevos diseños".


"Debemos ser un teatro de producción y no un seguro de empleados públicos para apilar gente en los pasillos",

aseveró el funcionario y así

despertó el enojo de los presentes

, que comenzaron a insultarlo e increparlo por sus dichos al punto que

lograron que el director del Colón se levantara de su lugar y se retirase.


La idea de García Caffi es que los 400 trabajadores que quedarían marginados sean trasladados a otras dependencias del gobierno de la Ciudad. Sin embargo, el ministro de Cultura, Hernán Lombardi, no tendría lugar para ellos en su área de influencia.



Repercusiones

Luego de los forcejeos, la diputada Urdapilleta pidió que la reunión de la comisión continuara, pese a la salida del funcionario.



"Lo que dijo García Caffi fue muy provocador y muy intolerante porque, desde la comisión, queríamos saber cuál era el criterio para sacar a 400 personas. Creo que lo mandaron a tomar esa decisión", expresó la legisladora del bloque del Frente para la Victoria.


En tanto, las diputadas Gabriela Alegre y Patricia Walsh pidieron citar para su interpelación al ministro de Cultura de la Ciudad, Hernán Lombardi, quien siempre intentó evitar la polémica en el teatro y optó, en varias oportunidades, por no participar de los actos que el Ejecutivo convocaba por temas relacionados.



Luego, el presidente del bloque PRO en la Legislatura, Oscar Moscariello, admitió que "las palabras utilizadas por García Caffi fueron de un nivel que rayan lo inaceptable", pero advirtió que "en ese momento, la reunión se desarrollaba en un clima de violencia".


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