Cómo preparar el pezón para que la lactancia sea el mejor vínculo

Si bien la maternidad es uno de los momentos de más felicidad y el amamantamiento, la mejor forma de alimentar y comunicarse con el bebé, no tomar los recaudos necesarios puede hacer que no sea todo lo especial que debiera

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La llegada del bebé genera felicidad, ansiedad, dudas y miedos en las mamás que pasan a ocupar el lugar más importante de la familia. De las mamás depende la alimentación del bebé por lo que es necesario una adecuada preparación y cuidado de la mama para lograr una lactancia nutrida y constante.

La lactancia materna es la mejor forma de alimentar y vincularse con el bebé porque contiene todos los elementos necesarios para el correcto desarrollo del niño. Además a través de la lactancia materna se genera un vínculo familiar que determinará la forma de relacionarse del recién nacido.

Antes del nacimiento es necesario tomar ciertos recaudos para mejorar el amamantamiento, en lo que se refiere al pezón dado que el bebé necesita sentirlo en el paladar para mamar. En el último trimestre del embarazo se recomienda masajear las mamas para elastizar las fibras que la componen con movimientos en cruz desde el centro del pezón a las bases, para lograr el estiramiento, y sobre el mismo pezón en forma de cuerda del reloj. De esta forma, poco a poco se va formando el pezón que evitará las lastimaduras y hará el amamantamiento más placentero tanto para la mamá como para el bebé.

El pezón puede tener tres formas definidos: "hacia fuera", que no genera complicaciones para amamantar; ser "plano", que se le puede dar forma a través de masajes circulares o en forma radial; o ser ?invertido?, es decir que está hacia adentro, en estos casos se puede usar pezoneras para facilitar la alimentación.

La línea de Lactancia Bushi ofrece alivio rápido y efectivo (la crema de caléndula cura las grietas del pezón en cuatros días) y una selección de productos especiales que permiten que la mamá y el bebé disfruten de todos los beneficios de la lactancia.

El momento del amamantamiento debe ser de tranquilidad e intimidad familiar. La primer mamada se aconseja entre la primer media hora de vida y las dos horas y media subsiguientes, y luego cada dos o tres horas. Este momento debe ser íntimo y privado, sin distracciones. La mamá debe construir un vínculo con su hijo, mirarlo, tocarlo, cantarle, hablarle usando diferentes tonos, alentarlo cuando el bebé mama a buen ritmo, felicitarlo o, si se distrae usar otro tomo de voz, explicándole y ubicándolo correctamente. El padre también debe participar de este vínculo, con otro tipo de juegos y caricias que el bebé reconoce como diferencial de su madre y aprecia. Es necesario generar este vínculo de reconocimiento tanto con la mamá como con el papá.

Asimismo, las pezoneras siliconadas permiten amamantar sin dificultad cuando los pezones se encuentran agrietados, sensibles, lastimados o irritados. A su vez contribuyen a que los pezones planos o umbilicados (hacia adentro) se conviertan en pezones salientes (protráctiles) durante la succión del bebé. Se adaptan a todo tipo de pecho y están elaboradas con siliconas de alta calidad, brindando seguridad al bebé y a su mamá.