2008, el año en que el mundo se sumió en una crisis económica brutal

La repentina parálisis del sistema bancario y financiero en septiembre se convirtió rápidamente en una crisis económica mundial de la cual ninguna región está a salvo y cuyo alcance aún nadie puede predecir

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 AP 162
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Las grandes empresas del planeta han suprimido decenas de miles de empleos

desde octubre y las pequeñas viven bajo la amenaza de la bancarrota. El índice de desocupación aumenta a ritmo acelerado en la mayoría de los países.



La recesión ya es una realidad en los Estados Unidos, la Eurozona y Japón

, y la ralentización es motivo de preocupación en China, América Latina y el conjunto de países emergentes y en desarrollo.



En América Latina, el crecimiento descenderá bruscamente el próximo año, del 4,6% en 2008 a una media del 1,9%

, pero podría incluso ser nulo si los planes de recuperación de las economías desarrolladas no funcionasen, según la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal), dependiente de Naciones Unidas.



Gestación y propagación de la recesión

Los acontecimientos se precipitaron de manera vertiginosa después del

15 de septiembre, cuando el banco estadounidense Lehman Brothers se declaró en quiebra.


Hasta entonces persistían las interrogaciones sobre el alcance real de la crisis de las 'subprime', las hipotecas de riesgo, que había estallado un año antes en los Estados Unidos. Pero

la desaparición de una gran institución bancaria de Wall Street echó un manto de sospechas sobre todo el sector bancario

. De la noche a la mañana, los bancos dejaron de prestarse dinero, acarreando un congelamiento del crédito con la consiguiente asfixia de la economía.



Las principales víctimas de la crisis son las economías de los países desarrollados y sus gobiernos sacan de la manga colosales planes de rescate (de u$s700.000 M tan sólo en los Estados Unidos) y no vacilan en nacionalizar bancos, como el franco-belga Dexia.



Las autoridades de los siete países más industrializados (G7) se comprometieron a no permitir que se hundiese ningún otro banco, pero ni siquiera esa garantía alcanzó para poner fin a la peor crisis desde 1929, como la define la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), que prevé que la agitación financiera dure "hasta fines de 2009".



La economía real no tardó en verse golpeada por la desestabilización financiera.

La OCDE habla de la recesión económica "más severa desde inicios de los años 80" y no prevé que la tendencia en la mayoría de los países se revierta antes "del segundo semestre de 2010".


Muchos países,

desde Europa hasta China, lanzan planes de reactivación

. En Estados Unidos, el presidente electo Barack Obama, que asumirá el 20 de enero, y los demócratas en el Congreso esperan tener listo un plan de unos 850 mil millones de dólares cuando la Casa Blanca cambie de bando el 20 de enero.



"

Hay dos problemas que nadie sabe cómo encarar: el efecto del desendeudamiento del sistema bancario y la profundidad y la duración de la recesión

", sostiene Elie Cohen, director de investigaciones económicas en el francés Centro Nacional de Investigaciones Científicas (CNRS).



Ante esas incertidumbres, "

todos adoptan la actitud de congelar el dinero de que disponen y de consumir y prestar menos

", dice. "Hemos entrado en un mundo totalmente nuevo, en el cual el sistema financiero se atasca y ninguna terapia funciona", agrega.



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