Rastas tienen derecho a fumar marihuana en Italia

Los fieles de la religión rastafariana tienen derecho a poseer grandes cantidades de marihuana, ya que su práctica religiosa prevé el uso de esa sustancia para favorecer la oración y la meditación, según falló hoy la Corte de Casación italiana

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De esa manera, se decidió a favor de un hombre de esa religión condenado por un tribunal de Perusa, en el centro de Italia, a una pena de un año y cuatro meses de cárcel y 4 mil euros de multa por ser considerado un traficante de droga.

El acusado había sido detenido por los carabineros con unos 100 gramos de marihuana en su poder.

En su defensa, dijo que es adepto a la religión rastafariana, por lo que considera la marihuana como una sustancia sagrada, crecida por primera vez, según la tradición, sobre la tumba del rey Salomón.

El hombre explicó al tribunal que consumía hasta 10 gramos de la sustancia cada día, para orar y meditar, y por ello poseía una cantidad importante cuando fue detenido, informó la agencia ANSA.

La ley italiana distingue entre quienes poseen drogas para su uso personal o para venderla, previendo penas más severas para los segundos, y la distinción entre los dos tipos de posesión se hace generalmente en base a la cantidad de droga secuestrada.

La Corte de Casación estimó "fundado" el recurso de Giuseppe G., ya que para dictar la sentencia de segundo grado en la que se confirmó la condena del hombre los jueces no tuvieron en cuenta "la religión de la que se ha declarado practicante el acusado".

La alta corte agregó que "según las informaciones adquiridas sobre las características de conducta de los adeptos de esta religión de matriz judía, la marihuana no sólo es usada como yerba medicinal" sino también para obtener "el estado psicofísico tendiente a la contemplación en la oración".

En base a estas consideraciones, la Corte de Casación le reprochó al tribunal de Perusa haber condenado a Giuseppe G. sólo en base a "una referencia simplista al dato de la cantidad de la sustancia" que le fue incautada, sin tener en cuenta "las modalidades de conducta" de los rastafarianos.

De este modo, la sentencia quedó anulada, y su caso ha sido enviado ahora a un tribunal de segunda instancia de Florencia.