Amy Winehouse vuelve a ser noticia por su actitud violenta, en esta ocasión hacia uno de sus seguidores que acudieron al concierto que se celebró en la localidad inglesa de Glastonbury.
Al parecer, la cantante se sintió molesta y agobiada por el cariño de sus fans que intentaban tocarla para que ella agarrara sus manos y en un momento dado golpeó a un joven que se encontraba entre la multitud.
Sin embargo, explica el rotativo británico The Sun, en una información recogida por otr/press, los admiradores de la intérprete de Rehab han salido en su defensa y aseguran que cuando Amy quiso acercarse al público durante su actuación, el agredido intentó "tirarle del pelo", un gesto ante el que ella "reaccionó" de manera instintiva.
Para sus fans este suceso no empañó para nada la actuación de su estrella favorita, que, al contrario de los que muchos opinaba, dice el rotativo, dejó ver a una Winehouse en forma y muy alejada de las últimas imágenes que se habían captado de ella sobre el escenario.
Incluso la ganadora de cinco Grammys bromeó durante su concierto sobre su elección de vestuario para esa noche: "He tenido que coger a tres mujeres para poder meterme en este vestido", dijo la cantante que, según explicaba su padre, Mitch, la pasada semana, ha engordado siete kilos tras su ingreso en el hospital.
Por último, y antes de acabar su intervención en el conocido festival británico, Amy no dudó en enviar un mensaje de amor a su marido encarcelado en Londres, Blake Fielder-Civil, para quien pidió su libertad.
Su esposo se encuentra entre rejas de hace más de medio año acusado de obstruir a la justicia. En un principio los trastornos de la artista le hicieron olvidarse durante un tiempo de la situación de Blake, pero desde hace un tiempo, la intérprete de Back to black cumple con sus compromisos de buena esposa.