"Fuimos humillados y sufrimos el desamparo propio que le ocurre a uno en estas pequeñas barbaries", sintetizó Alberto Benassi, quien viajaba a bordo de un auto Peugeot 505, con su esposa Elena Despósito, según publicó hoy Rosario3.com.
Y agregó: "Lo vivimos de la mano de la ilegalidad que imponen unos 50 tipos que se juntan en este lugar y nosotros lo único que hicimos fue ejercer un derecho simple que es el de circular".
El hecho ocurrió el sábado a la tarde cuando Benassi viajaba con su mujer y fue interceptado por un piquete del campo en la ruta 34 , en la localidad de San Genaro a 90 kilómetros de la ciudad de Rosario.
El conductor vio un espacio en la banquina, por lo que pasó a muy baja velocidad por el costado. ?Yo ví que había un espacio que había quedado libre y pasé. Cuando fue así hubo un griterío. Me tiraron una rastra de púas para ver si yo la pisaba y me quedaba con el auto ahí, inmovilizado. Pero la esquivé y seguí viaje", detalló en C5N.
Más adelante, a la altura de Iberlucea, el matrimonio se encontró con otro piquete. Pudieron pasarlo pero los ruralistas comenzaron a seguirlo en unos cinco vehiculos. "Buscaban sacarnos del camino. Yo pude mantener la marcha más de 10 kilómetros pero terminaron encerrándome en la banquina", señaló.
Unos 15 hombres "robustos" rodearon el auto y en cuanto Benassi bajó la ventanilla, le dieron "un puñetazo". "Se bajó mi señora y la trataron a los empujones", contó.
Según el relato, los ruralistas los amenazaron y con un elemento metálico le rompieron los vidrios, se subieron al capot y al techo, dejando la chapa del vehículo completamente abollada.
"Nos gritaban: 'Ustedes quisieron pisar a la gente de San Genaro, cobardes'". Y concluyó: "Pude subir al auto y cuando estaba por anotar algún número de chapa me arrebataron el bolígrafo, me sacaron los lentes y finalmente se fueron".