Un día como hoy, Cho Seung Hui protagonizaba la masacre de Virginia

 

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La mañana del 16 de abril del 2007, el estudiante surcoreano que vivió en los EEUU desde los 8 años, mató a 32 personas en el campus de Virginia Tech antes de suicidarse.
 
La tía abuela del chico lo califica de callado y retraído. "No sabíamos que no era normal. Sólo pensamos que era muy dócil", comenta. El abuelo de Cho tampoco había sospechado nada extraño. Recuerda que su nieto era "muy callado, pero muy inteligente".

Sin embargo, según informa hoy el portal BBCMundo.com, cuando la familia se mudó a Washington, los profesores de la escuela de Westfield, donde iba Cho, estaban tan preocupados por su timidez que lo mandaron a un psicólogo.

"Yo me acuerdo de un chico solo, aislado y bastante triste", dijo Theresa Fayne, que estaba en la misma clase. "Sólo se comunicaba asintiendo con la cabeza", aseguró. 

Su psicólogo principal, el Doctor James Griffith, lo atendió durante toda su adolescencia y recuerda que Cho era muy difícil: "Me acuerdo que sufría de timidez. Se ponía muy nervioso, se quedaba inmóvil y su sufrimiento era palpable cuando tenía que contestar".

Cho mantuvo esta actitud retraída cuando llegó a Virginia Tech. "Hacía mucho esfuerzo para asegurarse que nadie se relacionara con él. Caminaba directo hacia su silla sin siquiera levantar la cabeza. Era la persona más anti-social que vi en mi vida", declara Josh Sweeney, uno de sus compañeros.

"Hubo una clase en que se negó a dar su nombre y se presentó como 'signo de Interrogación'", añade.

Joseph Aust, quien compartía la habitación con Cho en Virginia Tech, afirma que sólo lo oyó hablar unas pocas veces a lo largo de los ocho meses que vivieron juntos.

Sin embargo, a pesar del video mandado al canal NBC, en el cual Cho afirmaba haber sido perseguido, no hay prueba de que haya sufrido alguna forma de victimización, ni en la escuela ni en Virginia Tech.

"No me acuerdo que nadie lo haya atacado verbalmente. Ni tampoco físicamente", dice Joseph Aust.

Algo más que timidez
A los 13 años, el psiquiatra James Griffith le diagnosticó una enfermedad llamada mutismo selectivo, además de una depresión grave. Las personas que sufren este mal pueden hablar, pero tienen una ansiedad social grave que controlan en algunas situaciones.

"Los niños con mutismo selectivo tienen problemas sociales y emocionales. Si no se atiende, esta condición afecta su autoestima", explica la doctora Elisa Shipon Blum, especialista en este tema.

"Cuando crecen, la ansiedad social desaparece. Pero el mutismo persiste." Según declaraciones de la doctora Griffith, eso fue lo que pasó con Cho: "A la edad que tenía cuando lo atendí, es difícil. Ya no se trata únicamente de ansiedad, sino que se ha organizado la manera de vivir en torno a ello. Y ya es difícil cambiar las cosas".

Pero el mutismo selectivo no es suficiente para explicar lo que pasó con Cho, ya que no existe ningún vínculo entre esta enfermedad y la violencia.

Al parecer, Cho se refugiaba en las ficciones y escribía muchas historias. Una de sus obras, titulada M. Brownstone, se centra sobre un grupo de niños que ganan al casino. Su profesor de matemática advierte a las autoridades que los niños no son mayores de edad y toma sus ganancias. Los adolescentes amenazan con matarlo.

El doctor Roger Depue, ex jefe del servicio de Análisis de Comportamiento del FBI, analizó sus textos. Para él, reflejan lo que pasaba en la mente de Cho.