Usualmente gran parte de la dirigencia, como de los analistas económicos, hace referencia a las dificultades que tienen las pequeñas y medianas empresas para operar en la formalidad, como consecuencia de las altas regulaciones que se aplican en el orden nacional, provincial y municipal, y más aún en materia laboral.
Sin embargo, los datos del Banco Central correspondientes al cierre del 2007 dan cuenta que en comparación con el año anterior la cantidad de empresas que adoptaron la práctica de liquidar las remuneraciones del personal por la vía bancaria aumentó en 13,8 por ciento.
Llevado a cantidad de casos significó la incorporación de 11.844 compañías, fundamentalmente medianas y pequeñas, habida cuenta que las grandes fueron prácticamente las pioneras en utilizar este sistema, dadas las enormes ventajas que representa en materia de ahorro de costos y tiempos, como principalmente de seguridad en el manejo de los fondos.
Promedio de 40 personas
De este modo, informa el Central, se sumaron al régimen más de 483 mil trabajadores, a razón de un promedio de 40,8 por cada nueva empresa que optó por esta forma de liquidación de los salarios.
Hasta el 2006 el promedio de empleados por compañía que había delegado en una entidad bancaria el pago de los salarios a través de la acreditación en una caja de ahorro o en un cuenta corriente era de 74,3 y doce meses después esa relación se acortó a setenta.
Esa retracción se explica porque ahora las incorporaciones al sistema se sustentan en la ampliación del universo de pequeñas y medianas firmas y, en menor medida, en los efectos de la creación de puestos netos por parte de las grandes corporaciones.
De acuerdo con los datos del INDEC, en el 2007 el total de asalariados registrados por las empresas fue de 6,86 millones, de los cuales 6,55 cobraban sus sueldos a través de la acreditación en una cuenta bancaria, es decir el 95,5%. Un año antes esa proporción era algo mayor, 96,4 por ciento.
Esa declinación en casi un punto porcentual se explica porque en el caso del año pasado, sobre una creación neta de 567.500 empleos en blanco recibieron con su contratación una cuenta sueldo 483.000, es decir el 85%. El 15% restante, esto es unas 84.000 personas, fueron incorporadas en relación de dependencia en muy pequeñas empresas.