San Lorenzo disfrutó de la gran fiesta del centenario

La celebración por los 100 años del primer bicampeón del profesionalismo fue pura algarabía. Se revivieron los momentos más trascendentes de la popular entidad. Hubo un show artístico y personajes ilustres 

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La celebración por los 100 años del primer bicampeón del profesionalismo fue pura algarabía. Se revivieron los momentos más trascendentes de la popular entidad. Hubo un show artístico y personajes ilustres 
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La celebración por los 100 años del primer bicampeón del profesionalismo fue pura algarabía. Se revivieron los momentos más trascendentes de la popular entidad. Hubo un show artístico y personajes ilustres 
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La celebración por los 100 años del primer bicampeón del profesionalismo fue pura algarabía. Se revivieron los momentos más trascendentes de la popular entidad. Hubo un show artístico y personajes ilustres 
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Fue una mega fiesta, tal cual se anunciaba:

mujeres acróbatas, músicos, el goleador de todos los tiempos José Sanfilippo, el actor Viggo Mortensen y la historia de San Lorenzo de Almagro repasada a viva emoción formaron parte de la fiesta del centenario de los azulgranas, que se realizó en el Nuevo Gasómetro ante 40 mil conmovidos testigos.


 

Todo comenzó con

cuatro mujeres acróbatas que partieron de las torres ubicadas en los extremos y avanzaron manteniendo el equilibrio hasta el centro de la cancha

, donde descendieron para recibir una ovación, una de las tantas de las que acompañaron la noche inolvidable del pueblo sanlorencista.


 

El actor y cantor Juan Angel Telles interpretó un tango clásico

y le dio la bienvenida a la parcialidad santa.


 

A partir de entonces,

por pantalla gigante, se revivieron escenas como el alquiler de una cancha en Olivos, la compra en 1928 de los terrenos de Avenida La Plata donde se levantó luego el mítico primer Gasómetro

, las camisetas a lo largo de la historia, los campeonatos en el amateurismo y el profesionalismo, como así también equipos inolvidables como el de los Carasucias y los Matadores,

todo enriquecido por la voz en off del locutor Pancho Ibáñez

.


 

Otro que subió al escenario fue Sanfilippo

, el máximo artillero del Ciclón,

un aunténtico sinónimo de gol

, adaptable a cualquier época.


 

Entre los videos se intercalaron

las interpretaciones de Valeria Linch, Marcela Morero, David Lebon con Lito Vitale en los teclados, Cacho Castaña con la camiseta de los Matadores y el saludo del actor Viggo Mortensen

, quien confesó que se enamoró de los colores desde la época de los legendarios Narciso Doval, Roberto Telch, Fernando Areán, Héctor Veira y Victorio Casá.


 

Así se festejó, en ese predio de los trifinios límites del Bajo Flores, Soldati y Pompeya,

pero para el hincha es como si la celebración se hubiera realizado en un salón fuera de domicilio

.



Es que San Lorenzo nació en Almagro, en la calle México al 4.000 de la bondadosa gestión del

padre Lorenzo Massa

, pero se hizo y se siente de Boedo, puntualmente de la Avenida La Plata, con frente al bar esquinero de calle Avelino Díaz.



En sus mesas suelen sentarse parroquianos de corazón exclusivamente azulgrana y mirar hacia enfrente, les duele ver un imponente hipermercado y no los antiguos tablones del Viejo Gasómetro, cuyas astillas duermen como trofeos en el ropero de alguna pieza de bohemio.



El sueño de dejar el peregrinaje y tener su nuevo estadio se hizo realidad, pero todavía no es completa la felicidad. Quieren volver a Avenida La Plata y así lo dejó sentado el presidente

Rafael Savino

en un diálogo con

DyN

.



La accesibilidad a tal cometido parece más viable para San Lorenzo, porque tiene sueños que se cumplen

, como los que tuvo al ganar una de las primeras giras de equipo argentino en Europa, de mostrar el futbol aterciopelado que le dio

Farro

,

Pontoni

y

Martino

, que hoy se enarbola como un ejemplo artístico de este deporte.



Los Matadores

,

Los Carasucias

,

El Bambino Veira

,

la Oveja Telch

,

el Lobo Fisher

,

el Loco Dobal

, marcaron a fuego las décadas del 60 y 70, y luego el bicampeonto del 72.

Dolieron las entrañas hasta el llanto en aquel único descenso del 81 ante Argentinos Juniors y soñó otra vez.


Y San Lorenzo emergió, se llenó de hinchas, de multitud

, que acompañó al equipo, la misma que un año después revoleaba remeras ante el penal, esta vez sí adentro, de

Rubén Insúa

. Eran tiempos de vuelta al fútbol grande pero aún la cosa estaba incompleta. Seguía errante.



A Vélez no le gustó seguir alquilándole la cancha a San Lorenzo porque los hinchas se le iban, y se albergó en Boca, en Atlanta, y en otras canchas con perfume ajeno.


Hasta que llegó la casa propia, en Cruz y Perito Moreno. Festejos por cierto. Allí San Lorenzo volvió a sentirse campeón con

Héctor Veira

(aunque el partido fue en Rosario) y con el chileno

Manuel Pellegrini

.



Pero los hinchas aseguran que falta bohemia, que es uno de los sueños de volver a Boedo, como dice la canción de aliento. El otro es el de la Copa Libertadores, pegar el salto virgen del festejo continental. En eso está.


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