El gigante de las artes plásticas se encuentra en Washington para la apertura en el Museo de Arte de American University mañana de su exposición sobre las atrocidades cometidas en la cárcel iraquí de Abu Ghraib que, aseguró, le causaron mucha "rabia".
Durante una rueda de prensa, Botero explicó que realizó esas obras en 2005 "para que el público las mire" -en especial el público con conciencia política-, pero enfatizó que prefiere no meterse en temas políticos porque, a su juicio, el artista "debe mantenerse fiel a las ideas de estética".
El artista colombiano insistió en reiteradas ocasiones en que su muestra es apolítica y que sólo buscaba "sacarse la rabia" tras leer sobre las torturas cometidas en Abu Ghraib a manos de soldados estadounidenses.
"Sólo fui un artista tratando de plasmar mis sentimientos en un canvas... no fui un profeta sino un artista que buscaba liberar esa rabia", continuó.
En su conjunto, las obras muestran la perspectiva de las víctimas, muchas de ellas desnudas, maniatadas, encapuchadas, apiladas en una pirámide humana, colgadas de un pie, o aterradas ante la presencia de un perro colmilludo y rabioso.
Uno de los cuadros muestra a un hombre vendado y luciendo un sostén y calzón rojos, contra su voluntad. El torturador está ausente de la mayoría de las obras, salvo en cuadros como el tríptico "Abu Ghraib 43".
Botero recordó que "no es la primera vez que me preocupa algo y lo debo expresar", pues ya hizo un centenar de obras denunciando los abusos de derechos humanos de la guerrilla colombiana, en el marco del conflicto armado más prolongado de América Latina.