Parece un chiste pero no lo es. El Gobierno de Cataluña autorizó por primera y única vez la caza de la "cotorra argentina" por considerarla una seria amenaza para los cultivos.
La cata o catita común llegó a España a fines de los 60 y en ese entonces, se la consideraba un ave exótica. Recién en 1975 se obtuvo el primer registro de la especie en libertad.
Su crecimiento desde aquel momento fue ininterrumpido y exponencial, por no contar con un predador. De hecho, en el 2002, los campesinos de Cataluña acusaron a estos animales de echar a perder una cosecha de 50 mil tomates.
Ya en el 2003, la Sociedad Española de Ornitología calculaba que sólo en Cataluña había cerca de 2.200 ejemplares y unos 3.500 en toda España, según publica hoy el diario Clarín.
Se alimentan de frutos, semillas, brotes de hojas y flores, hierbas e insectos.