El gigante de las bebidas realizó una jugosa oferta por los negocios de Isenbeck en el país, que arribó al país en 1994 con la planta más moderna del mercado (ubicada en Zárate).
Con menos del 10% del mercado, la marca que maneja una empresa alemana, debió superar algunos momentos complicados luego de tantas crisis en el país. Pero ahora se encuentra en alza y su facturación se estima en u$s50 M.
El gran problema de Isenbeck, sin embargo, es la fusión Quilmes Brahma, que modificó absolutamente la fisonomía del mercado de la cerveza en el país. Ahora se mueven otros volúmenes, a los cuales la empresa de capitales alemanas no puede competir.
Es que estas dos compañías, ahora anexadas, controlan ni más ni menos que el 84% del consumo y manejan una estructura de distribución gigantesca a lo largo y ancho de todo el país.
De esta manera, Coca Cola adquiere un ítem más a su amplia gama de bebidas que va de aguas minerales a jugos. Pero que hasta el momento no contaba con cerveza en el mercado de América Latina.
De hecho, ya había intentado una vez comprar Palermo y Bieckert pero perdió la pulseada con Eduardo Eurnekian, dueño de Aeropuertos Argentina.
Por estos días se tendrán más datos de los números en los que se cierra la operación, desde la ciudad de Warstein (Alemania), donde nació la cerveza Isenbeck hace más de 250 años, según publica hoy un matutino porteño.