Otro caso de dóping mancha al deporte argentino

Marcelo Pugliese, uno de los mejores lanzadores de disco de la Argentina y actualmente retirado de las competencias, dio positivo en un control y fue suspendido por dos años

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El deportista -actualmente alejado de las competencias y dedicado a la tarea de preparador físico- es el protagonista del quinto caso de dóping en la historia del atletismo argentino y, si así lo deseara, podría volver a participar activamente recién a partir del 30 de julio de 2008.

Su control positivo arrojó que por su cuerpo pasó el esteroide estanozolol, de acuerdo con el resultado de un análisis realizado el 27 de mayo del 2006, tras haber sido segundo en el Iberoamericano de Ponce (Puerto Rico).

Luego de las pruebas correspondientes, la IAAF decidió, en su documento del 12 de marzo, suspender por dos años al porteño de 38 años, desde el 29 de julio del 2006.

Después de aquel certamen, Pugliese desapareció de las competencias y sólo se lo vio como espectador en los últimos torneos de Grand Prix, con un llamativo "cambio de look", pero de buen humor.

Con este caso, son cinco los atletas nacionales suspendidos por doping, encuadrados en una lista que comienza con la saltadora Andrea Avila, en 1991, por cafeína, sustancia retirada posteriormente del catálogo de prohibidas.

Al año siguiente, a la fondista Norma Fernández le encontraron el esteroide nandrolona; en 1997, Solange Witteeven presentó rastros del estimulante pemolina, mientras que el de la fondista Valeria Rodríguez, en el 2003, fue por nortestosterona.

Pugliese tiró el disco m s de 40 veces sobre los 60 metros y tuvo el record en 64,23, pero últimamente fue superado por un atleta más joven, el rosarino Jorge Balliengo, quien llegó a la actividad entusiasmado por aquel.

Se convirtió con el tiempo en el atleta argentino con m s títulos en una misma prueba del historial del Campeonato Nacional y también en el que logró m s títulos consecutivos en una misma prueba, destaca la página de la Confederación Argentina de Atletismo (CADA).

El atleta no ha podido ser hallado por la agencia Noticias Argentinas para que brinde su testimonio al respecto. Mientras tanto, la CADA conocía esta noticia desde el momento en que se produjo el primer resultado pero jamás dejó que se filtrara la información, hasta que la IAAF emitió el comunicado.

La divulgación de esta noticia abre los interrogantes sobre muchos otros casos que no se habrían conocido pero que se comentan -en voz baja- en el ambiente atlético. Uno público es el de la maratonista Sandra Torres, sancionada y luego perdonada antes de los Juegos Olímpicos Atenas 2004.

Sucede que en los laboratorios del Cenard muchas veces se producen resultados positivos, en controles correspondientes a distintas disciplinas y las federaciones reciben la comunicación pero nunca la noticia es dada a conocer por cuanto ese establecimiento no está homologado por el Comité Olímpico Internacional.

Por allí apareció la salvación de Torres (y de otros cuyos casos jamás se hicieron públicos), además de que en el proceso previo al control hubo irregularidades que la atleta manejó inteligentemente desde el aspecto legal.