La casa más cara que se vende en la Argentina

Es un palacio francés ubicado en pleno corazón de Recoleta. La mansión es la más costosa del momento. Conozca el precio y sus comodidades. Galería de imágenes

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Al ver esta impresionante mansión, ubicada en la calle Juncal entre Guido y Quintana, uno puede imaginar que pasea por las calles de los barrios más coquetos de París. ¿Su contrafrente ? La calle Parera.

Dos suntuosos hogares de mármol y bronce le dan un toque aristocrático y la escalera estilo imperial junto a las puertas enormes de madera y la herrería tienen un aire casi versallesco.

El director de Inmobiliaria Bullrich SA, José Azpiroz Costa, cree que este palacio francés puede ser la casa más cara a la venta en la Ciudad de Buenos Aires (para ver la foto de la propiedad, haga click en ver más imágenes).

La mansión tiene nada menos que dos mil metros cuadrados ¿Su precio? Esta magnifica vivienda, única en nuestro país, vale siete millones de dólares.

Para Azpiroz, el inmueble tiene un precio conveniente en comparación con los valores del exterior: Europa cotiza sus propiedades en euros (30% más caro que un dólar) y en Londres, la libra se cotiza (en términos de dólares) un 40% más aún que el euro.

Por dentro, este palacio es puro lujo. "No sólo tiene garage sino que también cuenta con un espacio para catorce autos atrás. No hay pileta, pero sí una pequeña plaza seca como la que rodea al emblemático Museo del Louvre. Antes había una lindísima fuente", explicaron en la inmobiliaria.

"No tiene nada que envidiarle a una embajada. Sólo le faltan los cuadros. Todo fue hecho en roble de Eslavonia ", indicó Azpiroz, en diálogo con Radio 10.

El lugar perteneció a la familia Landajo. "Después de que Landajo muere, la compró un amigo de apellido Mayer, ex accionista del Banco de Italia. Allí había jugado de chico con Lino Landajo, quien falleciera muy joven. Por eso quiso vivir ahí", contó el asesor inmobiliario.

Explicó: "Le tenía un enorme cariño a la casa e instaló allí su compañía de seguros. El ex Grupo Juncal. Posteriormente la aseguradora AON (norteamericana) la compró, hasta que se transladó a Puerto Madero. Hoy pertenece a unos hoteleros italianos y están analizando la posibilidad de hacer un hotel boutique allí u optar por un terreno más grande".

"No hay otra casa así en Buenos Aires", declaró Azpiroz. Como dice el refrán, "el que quiere celeste, que le cueste".