Mona Sahlin era la preferida para suceder a Carlsson en la carrera política sueca. Sin embargo, y pese a que las encuestas la favorecían ampliamente, debió dejar todo sueño político cuando en 1995 fue acusada de comprar una barra de chocolate y otros artículos de uso personal con la tarjeta de crédito que otorga el Estado de ese país a sus funcionarios.
Sahlin debió abandonar todas sus ambiciones políticas y desaparecer del escenario público. Nada se supo de ella durante diez años, según publica un matutino porteño.
Pero como el tiempo todo lo olvida, la ex candidata al primer ministerio de ese país y apodada tras el escándalo ?goldengirl?, volvió a la carrera política y lo curioso es que las encuestas la señalan como una de las preferidas entre la gente.
La protagonista del ?toblerone affair?, como se conoció el caso dada la marca del famoso chocolate que adquirió la funcionaria, volvió y parece que mal no le va a ir esta vez.