La escalofriante confesión del asesino de mujeres

Robert Pickton confesó a un policía que se hacía pasar por compañero de celda que quería matar a su víctima número 50 y que utilizó una planta procesadora de carne para deshacerse de sus cuerpos. Varias cabezas de las prostitutas se hallaron en un freezer de su granja

Guardar
  162
162

La confesión está recogida en una cinta de vídeo grabada de forma clandestina por la policía mientras Pickton estaba detenido en el 2002.

El compañero de prisión al que el sospechoso comentó sus planes era un policía que trabajaba de forma encubierta para sonsacarle información.

Pickton, un porquero de 57 años y cuya granja se encuentra en las proximidades de Vancouver, es juzgado desde finales de enero por el asesinato de seis mujeres.

Pero la fiscalía le ha acusado del asesinato de otras 20 mujeres y la policía sospecha que podría ser el responsable de la muerte de más de 50 mujeres que trabajaban como prostitutas y que desaparecieron del centro de Vancouver entre mediados de los años 1980 y el 2001.

En el vídeo mostrado hoy al jurado, se puede ver a Pickton mostrando cinco dedos de una mano y luego haciendo la señal del 0 a lo que el policía de incógnito pregunta incrédulo "¿cinco, cero. Cincuenta?".
Pickton afirma que "iba a hacer uno más, hacer la cifra exacta, el gran cinco cero". Incitado por el preso en la celda contigua, Pickton explica que ha hecho un mejor trabajo en deshacerse de los restos de sus víctimas y que para ello ha utilizado una planta que procesa los restos procedentes de mataderos.
En otro punto de la conversación, Pickton afirma que la lista de 48 mujeres desaparecidas que manejaba la policía sólo representan "la mitad" de las personas.
Al inicio del juicio, la fiscalía reveló que durante la investigación en la granja de Pickton -que duró más de un año y requirió la utilización de técnicas arqueológicas- la policía descubrió numerosos restos humanos.
El dato más escalofriante hasta ahora revelado es que los agentes encontraron en un congelador dos cabezas humanas seccionadas verticalmente así como pies y manos.
Durante años, grupos de defensa de las prostitutas y trabajadores sociales denunciaron las desapariciones de decenas de mujeres del centro de Vancouver, conocido por ser hogar de mujeres dedicadas a la prostitución, en su mayoría de origen indígena y con problemas de drogas.
Pero la policía de Vancouver nunca investigó seriamente las desapariciones al alegar que las mujeres a la prostitución tienden a desaparecer de forma repentina para aparecer después en otras ciudades.
La detención de Pickton se produjo poco después de que la Policía Montada -que tiene competencias en todo el país- se hiciese cargo de la investigación.

Guardar