Crece una peligrosa adicción: la potomanía

Se incluye dentro de los desordenes alimenticios y consiste en beber compulsivamente muchos litros de agua. Provoca graves riesgos en la salud y puede ser mortal

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Sacar una botella de agua mineral de un bolso y beber, en cualquier lugar, es una imagen que puede reflejar una peligrosa adicción para muchos desconocida: la potomanía.

El término deriva del griego potos que significa bebida y del latín manía que corresponde a demencia y significa beber compulsivamente muchos litros de agua.

Según explicó el médico español José Ramón Gutiérrez, jefe del Servicio de Psiquiatría Infantil del Hospital Infanta Cristina de Badajoz, "es una adicción que se asemeja a las derivadas de desordenes alimenticios como la bulimia".

"Consiste en el deseo frecuente de beber grandes cantidades de líquido, asociado a una actitud placentera", agregó el especialista.

"Son adictos que ni se imaginan las consecuencias. Piensan que, por ser natural, el agua no hace daño. Pero es un error. Una ingesta excesiva y prolongada puede tener consecuencias nefastas", explicó el experto.

La doctora Elena Asuar, experta en nutrición, precisa que entre los daños más perjudiciales para la salud, derivados de la ingesta excesiva de agua se encuentran "la alteración en el funcionamiento de los riñones, de la sangre y el equilibrio de los fluidos internos".

"Un exceso de agua en el organismo ayuda a que los minerales (sodio, potasio y magnesio) se diluyan con mayor rapidez en el plasma sanguíneo, dando lugar a la aparición de calambres, cansancio y pérdida de agilidad mental", detalló la especialista.

"Una de las situaciones más difíciles de revertir es cuando la sangre presenta niveles muy bajos de sodio en la sangre (hiponatremia)", agregó.

"El funcionamiento del cerebro se ve seriamente comprometido, es común la presencia de náuseas, dolores de cabeza muy intensos o letargia. Los casos más graves terminan en convulsiones, parálisis o, incluso, la muerte", afirmó la facultativa.

Según detalla el diario Hoy digital, la falta de datos que retraten la incidencia de este trastorno relativamente desconocido, requiere la difusión de medidas preventivas.

Para que los ?males no sean mayores? y no llegar a extremos, una persona tiene que ingerir moderadas cantidades de agua.

Asuar apunta que ?El organismo humano está preparado para elminar a través del riñón de 10 a 14 mililitros de agua por minuto, de manera que la persona no tendría que superar ese límite?.

Los expertos recomiendan adecuar la cantidad de agua consumida dependiendo de la época del año y de la contextura de cada persona.

?Mucha gente que intenta perder peso utiliza la ingestión de agua con una doble intención: por una parte conseguir sentirse saciado y eliminar el apetito, y por otra, eliminar líquidos con efecto depurativo. Los efectos no son siempre los deseados, pero la creencia permanece?, finalizó la especialista.

Los españoles son los cuartos consumidores de agua en Europa tras italianos, alemanes y franceses.

En 2005, se bebieron 5.489 millones de litros embotellados un 5,5% más que el año pasado, según los productores.