El 13 de enero del año pasado se conocía uno de los robos más audaces en la historia de los delitos contra entidades bancarias.
Desde una celda en el penal de Magdalena Luis Mario Vitette Sellanes, afirma que hace un año cuando cinco ladrones entraron en la sucursal del Banco Rio de Avenida del Libertador y Perú, ?estaba en Montevideo?.
"Tengo documentación certificada por la Corte Suprema de Uruguay que prueba que ese día estaba en una escribanía de la capital de Uruguay, donde hacía trámites para transferir un poder de mi empresa", agregó..
Conocido como ?Marito o el uruguayo? las cámaras de seguridad de la entidad asaltada lo identifican vestido con un traje gris, camisa blanca y corbata negra y se le atribuye haber llevado la voz de mando en el millonario asalto.
A los 51 años afirma que: "Soy sólo un viejo ladrón retirado, ahora soy un excelente empresario".
"No soy «el hombre del traje gris. Soy inocente, ajeno a estos hechos. Nunca estuve preso por un hecho que no cometí", sostuvo al diario La Nación.
Dice que tiene una empresa de sistemas informáticos y que importa desde China aparatos para control de la actividad cardíaca.
Reconoció que se compró un lujoso automóvil pero afirma que había vendido otra unidad de similar valor.
?En la Argentina tengo desde 2003 cuentas corrientes y cajas de ahorro. Hice y tengo mi declaración jurada. Pueden ver mis movimientos financieros. Me gusta irme de vacaciones a lugares caros y vestirme bien? afirmó ?Marito?.
También conocido como el uruguayo afirma que le plantaron pruebas, soy inocente y pronto voy a recuperar la libertad.
Sobre el robo del siglo dijo que Fue impecable. Propio de gente de mucho poder y mucha plata. Yo no lo pude haber hecho porque soy sólo un triste "ladrón de gallinas".
El asalto a la sucursal Acassuso del Banco Río, un cinematogáfico golpe que incluyó una toma de rehenes simulada y la fuga a través de túneles y cañerías, conmocionó un año atrás a la opinión pública y se ganó el mote de "robo del siglo" por su minuciosa planificación, y aunque varios de sus responsables finalmente terminaron tras las rejas, una parte del millonario botín nunca fue recuperada.
El plan perfecto, dicen, no existe, y a un año del increíble robo en el que los ladrones simularon una toma de rehenes para saquear las cajas de seguridad y llevarse 8 millones de dólares, en dinero y joyas, se aguarda ahora el juicio oral contra cinco miembros de la banda.
El robo se perpetró el pasado 13 de enero de 2006, y se extendió por espacio de ocho horas, en donde la tensión y la incertidumbre se apoderaron de 23 personas que fueron tomadas como rehenes y cientos de efectivos policiales que terminaron siendo burlados por los ladrones.
Los asaltantes ingresaron al banco disfrazados y cumplieron al pie de la letra un plan preparado con mucha antelación.
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