Johnny Weismüller es un caso único o al menos muy pocas veces visto en el mundo. Triunfó tanto en el mundo del deporte como en el cine.
Nació en Freidorf, una localidad que formaba parte del Imperio Austrohúngaro, el 2 de junio de 1904. Fue uno de los mejores nadadores a nivel mundial que ganó seis medallas olímpicas. Ganó 52 campeonatos nacionales en Estados Unidos y estableció 67 récords mundiales.
Pero su carrera como nadador no fue lo único que lo llevó a la fama. Porque luego se convirtió en uno de los pocos actores que tuvo el honor de representar a Trazan, papel que cumplió en 20 películas que le permitieron llegar a ser uno de los personajes más populares de Hollywood.
Cuando tenía sólo siete meses de vida, su familia se mudó a Estados Unidos en barco. Luego de doce días, llegaron a Nueva York.
Los años fueron pasando y las aguas del Lago Michigan se convirtieron en el lugar de veraneo de la familia. Allí Johnny empieza su romance con el deporte acuático, romance que sería sólo el principio del camino de gloria.
A los 20 años, fue una de las principales figuras de los Juegos Olímpicos de París 1924 representando a Estados Unidos, donde ganó tres medallas de oro y una de bronce (ésta última en waterpolo). Los triunfos siguieron cuatro años después en Ámsterdam, donde sumó dos oros más.
Se retiró de la natación en el mejor momento. Pero en 1932 inició su larga y reconocida trayectoria cinematográfica como Trazan, uno de los personajes más emblemáticos en la historia del séptimo arte.
La fama le permitió a Weissmüller tener buena llegada con las mujeres. Se casó cinco veces. Pero su mote de ?mujeriego? nunca le permitió asentarse. Su última aparición pública fue en 1976, cuando ya un derrame cerebral lo había afectado.
Sus últimos años los pasó en la ciudad mexicana de Acapulco, donde murió el 20 de enero de 1984 a causa de un edema pulmonar.