El ex suboficial de la Policía Bonaerense Juan Ramón Balmaceda, que permanecía prófugo de la Justicia por el asesinato de tres jóvenes en la llamada "Masacre de Ingeniero Budge" en 1987, fue detenido ayer en una vivienda de la localidad de José Mármol, en el partido bonaerense de Almirante Brown.
Fuentes policiales informaron a DyN que Balmaceda fue arrestado a las 17.12 en una casa de la calle Jorge 3399 por efectivos del Grupo Especial de Captura comandado por el capitán Galleguillo, de la Delegación Departamental de Investigaciones (DDI) de Lomas de Zamora. Según los voceros, la casa donde fue encontrado el ex policía pertenece a uno de sus hijos y era vigilada desde hacía tres meses.
Durante su estado de prófugo, Balmaceda cambiaba permanentemente los lugares donde se ocultaba para despistar a los investigadores, dijeron las fuentes. El procedimiento fue supervisado por el fiscal Carlos Arocena, de la Unidad Funcional de Instrucción (UFI) 20 de Lomas de Zamora, aunque la orden de captura fue dictada por la Sala 3 de la Cámara de Apelaciones y Garantías de ese distrito, que había librado autorizaciones a los efectivos para viajar por todo el país para buscarlo.
Por el caso, el 19 de septiembre último quedó detenido Jorge Miño, otro de los policías involucrados, y mucho antes había caído Isidro Romero, el tercer efectivo involucrado. Los policías habían sido condenados en 1994 a 11 años de prisión por la denominada "Masacre de Budge", pero se fugaron antes de que la condena quedara firme. Los tres agentes fueron acusados por los asesinatos de los jóvenes Agustín Olivera (26), Oscar Aredes (19) -hermano de un policía- y Roberto Algañaraz (24), quienes fueron acribillados a balazos.
El hecho dio lugar a la denominación de "gatillo fácil", creada por el abogado León Zimmerman, patrocinante de la familia de las víctimas. "Evidentemente la noticia la hemos recibido bien. Esta es una deuda que tenían la policía y el gobierno de la provincia de Buenos aires no sólo con la familia de los tres chicos muertos sino con toda la sociedad. Fue crimen espantoso", dijo a DyN Zimmerman.
Añadió que "Balmaceda era el jefe del operativo, tenía antecedentes de haber matado a otros chicos; era el más peligroso y el hombre que dirigía todo el operativo, una persona muy conocida por otras actividades en la zona como la prostitución y la droga". Balmaceda, tiene 68 años, por lo que según la ley dentro de dos años podrá pedir el arresto domiciliario, beneficio concedido a los mayores de 70 años o a las personas enfermas.
El caso ocurrió el 8 de mayo de 1987, cuando los tres jóvenes tomaban cerveza en la puerta de un almacén de la calle Guaminí y Figueredo y a los pocos minutos apareció una camioneta con los policías, que comenzaron a dispararles. Olivera recibió doce impactos de bala, Aredes siete y Algañaraz uno en una de sus piernas, pero luego fueron subidos a una camioneta y el joven apareció en el hospital "Oscar Alende" con un tiro en la cabeza.
Luego, a las víctimas se les "plantaron" armas para simular un enfrentamiento, aunque las pericias determinaron que no eran utilizables. Por el caso hubo dos juicios. Uno en 1990, que condenó a Balmaceda y a Miño a 5 años de cárcel por homicidio en riña y a Romero a 12 por homicidio simple, pero el proceso fue anulado por la Suprema Corte de Justicia bonaerense por cuestiones técnicas.
En 1994 tuvo lugar el segundo juicio, donde se condenó a los tres policías a tres años de cárcel, pero tras notificarlos de la pena les otorgaron el derecho de apelar a la Corte Suprema de la Nación, sin ordenar detenerlos, por lo que entonces fugaron. Antes de la masacre, Olivera y Algañaraz habían tenido un inconveniente menor con la dueña de la despensa en la que compraron la cerveza, por lo que los policías habrían concurrido al lugar alertados por la denuncia de la mujer.