Que haya más gente con ganas de trabajar que otra, es algo esperable dentro de una organización laboral. Cada quien, por distintas cuestiones, siente mayor o menor cercanía con la tarea o la empresa con la que se relaciona más horas del día a veces, que con su propia familia o amigos.
Pero, para los ejecutivos, sólo 29% de sus empleados trabaja comprometido, ?con la camiseta? de la empresa y con energía. Y, del 71% restante, 54% tiene estrés y 17% está desmotivado.
Esto es lo que manifestaron sentir los 200 empresarios de gerencia media y alta, encuestados durante el primer semestre del año por la consultora Dale Carnegie en relación a sus empleados.
Lo que la encuesta no dice es el por qué del estrés o la desmotivación. Porque, perfectamente podría preguntarse cuál es la fuente de ese displacer laboral que los ejecutivos ven en su plantel: si es sólo una propiedad subjetiva (inherente a la propia personalidad de los trabajadores) u otras razones que exceden el fuero personal de los empleados, como el salario, la modalidad de trabajo o ?el clima? de trabajo, por caso, con los mismos jefes.
?Creo que el indicador de que ven que 54% de sus empleados tiene estrés, tiene relevancia. Hay que ver cuáles son las fuentes de ese estrés. Esta encuesta, se puede relacionar con otra que hicimos sobre objetivos que a veces no son bien comunicados. Si no se conocen bien los objetivos, entonces, el jefe de la división tiene incertidumbre. No saber si los objetivos que se tienen y los que se requieren son los mismos, genera estrés?, dijo Daniela de León, directora ejecutiva de la consultora, en diálogo con Infobae.com.
?A un empleado, no indicarle los objetivos, o no señalarle el rumbo, asimismo como las fusiones de la firma o las adquisiciones, generan fuentes de estrés?, dijo.
Para de León, en las firmas chicas, ?el problema de la mala comunicación o los problemas de relación, como indicarle al empleado sólo sus errores y no darle reconocimiento en los pequeños avances, implica un mal clima laboral?.
?El problema del clima laboral por mala comunicación y la mala relación intersubjetiva también implican un problema para las firmas más grandes?, destacó.
De todas maneras, la realidad marca que para los propios jefes, sus empleados no están conformes con el trabajo, y esa dificultad tiene un costo económico dentro de la organización que se traduce en una menor productividad de la compañía.