La Unión Africana cumple nueve años de vida

El líder libio, Muamar Al Gadafi, reunirá hoy a varios estadistas de europa y Africa, para conmemorar un nuevo aniversario de la "Declaración de Sirte", que dio nacimiento al bloque regional

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EFE.- En la ciudad de Sirte se congregarán el primer ministro italiano, Romano Prodi; el presidente de Argelia, Abdelaziz Buteflika, y el ex presidente de Mozambique, Joaquín Chisano, según la lista provisional de invitados dada a conocer ayer en Trípoli.
 
La declaración firmada en Sirte el 9 de septiembre de 1999 por los gobernantes africanos determinó que la Organización para la Unidad Africana (OUA) se transformaría en una Unión para hacerla más eficaz y adaptarla a los cambios sociales, políticos y económicos existentes dentro y fuera del continente africano.
 
Gadafi se presentó como el adalid de la futura organización, que en su opinión tendría que transformarse progresivamente en unos Estados Unidos de Africa, uniendo gobiernos, ejércitos y estamentos económicos.
 
La visión futurista y ambiciosa del líder libio se vio frenada por los otros estadistas, que preconizaron una marcha más pausada aunque no le regatearon el mérito de haber apelado a los cambios políticos que determinarían el futuro de los africanos.
 
"En el momento en que nos preparamos para entrar en el siglo XXI, subrayamos la necesidad imperiosa y la extrema urgencia de reavivar las aspiraciones a una más grande unidad, solidaridad y cohesión", rezaba el documento aprobado en Sirte.
 
Además de proclamar la Unión, los estadistas africanos decidieron acelerar el proceso de creación de la Comunidad Económica Africana, tal como estipulaba el Tratado firmado anteriormente en Abuja (Nigeria), y pidieron a la comunidad internacional la anulación de sus deudas.
 
A juicio de medios políticos tunecinos, el balance de estos nueve años de existencia de la Unión Africana (UA) demuestra que la nueva organización no ha logrado zanjar las contradicciones de sus miembros, en la medida en que perduran y se radicalizan las divisiones en el seno de la familia africana.
 
El político Ben Yafar, dirigente de uno de los partidos políticos tunecinos, señala al respecto que los conflictos perduran en Sudán, Chad y Somalia, y la UA se ha visto obligada a solicitar la ayuda de las Naciones Unidas para pacificar la región de Darfur, no obstante haber enviado a ella una fuerza compuesta por varios millares de soldados.
 
Gadafi proclama que los africanos deben tener como ejemplo a la Unión Europea (UE) para romper los viejos moldes del unilateralismo e ir a la eliminación de las barreras fronterizas.
 
Pero, a juicio de la mayoría de sus colegas africanos, esa visión futurista de Africa va a ser harto difícil de realizar porque hay países, como Libia, con muy escaso potencial humano y una enorme riqueza producto de sus exportaciones energéticas, en tanto que otros padecen un aumento de demografía galopante y un déficit insostenible de sus economías.
 
Libia, adalid de la Unión, no ha aceptado tampoco vender petróleo a bajo precio a los países más endeudados del continente, como éstos han solicitado a Gadafi para aligerar el peso de sus importaciones energéticas.
 
Las fronteras libias sí se han abierto prácticamente a los otros africanos, y Gadafi ha llevado a cabo varios periplos por el Africa negra para defender la Unión y arengar a sus auditorios.
 
El líder libio ha sido también el promotor del acuerdo de paz firmado el mes pasado en Yamena entre el presidente de Sudán, Omar El Bachari, y el de Chad, Dris Bey, con motivo de la reelección de éste último.

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