Un argentino es el capitán del barco más lujoso y grande del mundo

Carlos Pedercini es el responsable del Freedom of the Seas, una embarcación de 339 metros que cuenta con los mejores y más modernos servicios. Cuando lo presentan ante los pasajeros resuena la canción "No llores por mí, Argentina"

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Freedom of the Seas es el barco más imponente que navega las aguas internacionales. Su lujosa infraestructura y la calidad de sus servicios lo hacen destacar por sobre el resto de los cruceros de su tipo. Y al mando de esta inmensa embarcación, un argentino.

Carlos Pedercini es el capitán de 41 años que todos buscan para sacarse fotos. Los turistas que pasean en su barco no pueden terminar la travesía sin antes conversar con el hombre más popular a bordo.

"Todos llegan al barco buscando al capitán del Crucero del Amor, pero Carlos es más amable", aseguró el vendedor de uno de los comercios instalados en la nave.

Cada vez que el capitán Carlos hace su aparición suena de fondo "Don't Cry for me Argentina" y todos intentan tener contacto con el afamado conductor del barco, informó el diario La Capital.

"Los pasajeros quieren ver y encontrarse con el Capitán y todos quieren tomarse fotos conmigo, hablar conmigo y quieren que yo esté donde ellos están", confesó Carlos.

Pero no todo es diversión. En sus manos está la responsabilidad de conducir el crucero más novedoso del mundo y el segundo en prestaciones, sólo superado en algunos rubros técnicos por el legendario Queen Mary 2.

"Nunca soñé con llegar a ser capitán. Mucho menos del crucero más grande del mundo", aseguró este marplatense.

El barco, que cuenta hasta con un teatro con 1.350 localidades, zarpa del puerto de Miami y pasea por el Caribe durante una semana. A bordo lleva un promedio de tres mil pasajeros.

Luego de trabajar 14 días, Pedercini descansa dos semanas, generalmente en Buenos Aires o Mar del Plata.

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