El presidente George W. Bush fustigó el sábado a Siria por patrocinar a la milicia Hezbollah y a Irán por sus "ambiciones nucleares", y mantuvo una consulta con el primer ministro de Turquía acerca de la crisis del Medio Oriente, según informa la agencia AP.
En su habitual discurso radial de los sábados, Bush dijo que la secretaria de Estado Condoleezza Rice, en su viaje al Medio Oriente la semana próxima, "dejará en claro que la solución a la crisis requiere enfrentar al grupo terrorista que lanzó los ataques y las naciones que lo apoyan".
"Durante muchos años, Siria ha sido un patrocinador primario de Jezbolá y ha ayudado a proveer a Jezbolá con armamentos de fabricación iraní", dijo el mandatario.
Añadió que "el régimen de Irán ha desafiado reiteradamente a la comunidad internacional con su ambición de poseer armas nucleares y su ayuda a grupos terroristas".
Bush, que pasa el fin de semana en su finca en Texas, llamó al primer ministro turco Recep Tayyip Erdogan, cuyo país, de mayoría musulmana, tiene vínculos estrechos con Israel.
"Prosiguieron sus consultas sobre la situación en el Líbano, discutiendo la manera de satisfacer las necesidades humanitarias del pueblo libanés y el viaje de la secretaria Rice a la región", dijo la vocera presidencial Dana Perino.
Añadió que Bush también prometió ayuda de Estados Unidos para enfrentar la "amenaza terrorista" de los rebeldes del Partido Obrero del Kurdistán después que sus combatientes mataron a 15 soldados turcos en tres ataques distintos la semana pasada.
Rice prevé reunirse en Jerusalén con el primer ministro israelí Ehud Olmert y en Cisjordania con el presidente palestino Mahmud Abbas. También se reunirá en Roma con representantes de países europeos y de gobiernos árabes moderados con la intención de apuntalar el gobierno democrático del Líbano.
Viaje de Rice
La secretaria de Estado norteamericana, Condoleezza Rice, tiene previsto viajar mañana a Medio Oriente para analizar la crisis del Líbano, aunque rechazó un cese el fuego inmediato entre Israel y la milicia de Hezbollah como había reclamado la ONU.
Israel movilizó tropas a su frontera norte y no descartó que pueda lanzar alguna incursión terrestre de cierta envergadura para destruir posiciones del movimiento chiita Hezbollah, pese a los crecientes llamados de la comunidad internacional para detener una ofensiva que ya causó más de 350 muertos en once días.
Rice viajará mañana para Medio Oriente y el lunes tiene previsto llegar a Israel, en momentos en que muchos analistas dicen que la tradicional alianza estadounidense-israelí se halla más firme que de costumbre, con Hezbollah, Irán e Siria considerados ahora enemigos comunes por Washington y Tel Aviv.
Pero Washington es conciente del creciente llamado internacional a un cese el fuego y está preocupado de que el conflicto en el Líbano impacte negativamente en sus propios proyectos "democratizadores" del mundo árabe, según analistas.
Rice dijo que se entrevistará el lunes con el primer ministro israelí, Ehud Olmert, y con el presidente palestino, Mahmud Abbas.
Luego viajará a Roma para celebrar una conferencia el miércoles próximo junto al grupo de países u organizaciones más involucrados en el conflicto del Líbano, que incluye a Francia, Reino Unido, la Unión Europea (UE), Líbano, la ONU, Egipto, Arabia Saudita, Rusia, Italia y el Banco Mundial.
La reunión de Roma "podrá ayudar a elaborar un plan de acción urgente para poner fin a la crisis y dar un paso importante para la solución del conflicto", dijo hoy la Cancillería rusa en un comunicado, que volvió a pedir un alto el fuego.
Pero antes de viajar, Rice advirtió ayer que los pedidos de un cese el fuego de muchos de estos países pertenece a un "viejo" Medio Oriente e ignora lo que Washington considera la raíz del conflicto, el uso que hacen de Hezbollah Irán y Siria.
"Un cese el fuego sería una falsa promesa si simplemente nos regresara al status quo. A lo que estamos asistiendo, es a los dolores de parto de un nuevo Medio Oriente. Es duro, estamos atravesando días muy violentos", dijo Rice, al anunciar su gira por la región.
Por su parte, el secretario general de la ONU, Kofi Annan, advirtió anoche que cualquier invasión israelí del Líbano provocará una escalada de ataques de Hezbollah y convocó a Siria e Irán a trabajar para solucionar la crisis.
El coordinador humanitario de la ONU Jan Egeland llegó hoy a Damasco, de donde viajará a Beirut para lanzar el lunes un pedido mundial de millones de dólares en ayuda humanitaria para el Líbano, en particular para el medio millón de desplazados.
El ministro de Relaciones Exteriores alemán, Frank-Walter Steinmeier, partió hoy de Berlín para una visita de dos días a Medio Oriente, con escalas en Egipto, Israel y los territorios palestinos, en busca de una solución diplomática, informó la agencia alemana DPA.
Su par francés, Philippe Douste-Blazy, de gira por la región, advirtió hoy en El Cairo que la persistencia de los combates podría causar la destrucción del Líbano, y volvió a llamar a un cese el fuego inmediato por "la extrema gravedad de la situación".
Por su parte, el gobierno británico, bajo presión en el parlamento y de la opinión pública por su posición pro israelí y pro estadounidense, advirtió cautelosamente hoy a Israel sobre los peligros que creará un ataque militar por tierra al Líbano.
"Un error podría tener efectos dramáticos. Pienso que todos comprenden la situación de Israel. Pedimos a Israel moderación y prudencia, desde el inicio, y seguimos haciéndolo, con inquietud creciente", dijo la canciller británica Margaret Beckett.
En tanto, en Irán, la oficina del presidente Mahmud Ahmadinejad dijo que el mandatario inició gestiones para pedir a los países islámicos ser más activos en la búsqueda de un cese de los ataques de Isreal en Líbano y la Franja de Gaza, donde otra ofensiva israelí en curso mató a 116 palestinos en tres semanas.
El presidente, un feroz oponente de Israel, habló por teléfono con los mandatarios de Indonesia, Malasia, Pakistán, Qatar, Arabia Saudita y Turquía, y pidió una reunión de urgencia de la Organización de la Conferencia Islámica (OCI).
En Damasco, el diario estatal sirio Tishrin condenó hoy las declaraciones de Rice de que su país no apoyará un rápido cese del fuego en Líbano.
"No estamos sorprendidos, porque esta es una guerra estadounidense con herramientas israelíes", afirmó en su editorial el diario, que por lo general expresa la opinión del gobierno del presidente Bashar Al Asad.