Los integrantes de la familia de Paulina Lebbos, la joven asesinada en Tucumán en marzo pasado, fueron citados a declarar como testigos en la causa, al igual que la pareja y padre de la única hija de la víctima, informaron fuentes judiciales.
Las citaciones fueron formuladas por el fiscal de Instrucción Carlos Albaca, quien citó a los padres de la chica de 24 años y a su pareja, César Soto, para los primeros días de finalizado el receso judicial de invierno.
Esta será la primera vez que el padre, la madre y las hermanas de Paulina y Soto, sindicado por la familia como sospechoso del crimen, declaren ante Albaca, ya que lo habían hecho anteriormente ante el primer fiscal de la causa, Alejandro Noguera.
"Siempre estuvimos a disposición de la Justicia, porque somos los principales interesados en que esto se esclarezca. Pero también queremos que llame a todos los implicados en la causa", aseguró hoy a la prensa el padre de Paulina.
Lebbos insistió en que "no puede ser que a cuatro meses de lo sucedido aún haya un asesino y encubridores sueltos" y que se siga "demonizando a la víctima, a la familia, o invocando la teoría de que por algo habrá ocurrido lo que sucedió".
En marzo, el fiscal recibió un voluminoso informe de Gendarmería Nacional, según el cual el cadáver de la joven habría sido colocado ex profeso en la localidad de Tapia, próxima a la villa veraniega Raco, a unos 30 kilómetros al noreste de la capital tucumana, para desorientar a los investigadores.
La joven había sido vista por última vez el 26 de febrero, luego de haber ascendido a un remise junto a su amiga Virginia Mercado, que sí fue trasladada por el vehículo hasta su domicilio.
Ambas chicas habían subido al remise en la zona conocida como El Abasto, de la capital tucumana, donde funcionan numerosos boliches, y, supuestamente, Lebbos se dirigía a la casa de Soto, donde aparentemente jamás llegó.
Tras haber estado desaparecida durante 11 días, Lebbos fue encontrada el sábado 25 de marzo en el kilómetro 3,5 de la ruta 341, en Tapia, con signos de haber sido estrangulada.
Los gendarmes entregaron a Albaca fotografías e informes que indican que el cuerpo fue dejado allí casi a poco del asesinato.
El asesinato de Paulina desató una serie de renuncias en el gobierno de José Alperovich, ya que el padre de la víctima, Alberto Lebbos, se apartó de su cargo como secretario de la Juventud y luego hizo lo mismo el secretario de Derechos Humanos, Bernardo Lobo Bugeau.
Finalmente, también renunció a su cargo ministro de Seguridad Ciudadana, Pablo Baillo, duramente criticado por el padre de la víctima.