Condenan a acusado de crimen que derivó en una pueblada

Le dictaron 13 años de prisión y a pagar un resarcimiento económico de 20 mil pesos para los padres de un joven al que asesinó hace tres años en Arequito, crimen que derivó en una pueblada

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Un hombre fue condenado a 13 años de prisión y a pagar un resarcimiento económico de 20 mil pesos para los padres de un joven al que asesinó hace tres años en Arequito, crimen que derivó en una pueblada en esa zona del sur
santafesino.

Se trata de Carlos Argentino Núñez, quien el 16 de junio de 2003 apuñaló y mató a Luis Pedro Cignoli durante una pelea callejera en Arequito.

Por ese asesinato, el juez de Sentencia de Rosario José María Casas condenó a Núñez a 13 años de prisión, a pesar de que el fiscal de la causa, Esteban Franicevich, había solicitado 20 años y la defensa había considerado el hecho como un acto de legítima defensa.

El día del crimen, Luis Cignoli, quien trabajaba como "patovica" en una confitería llamada Arenas, se movilizaba en un automóvil junto a su amigo Héctor Ruffini en la zona de boliches de Arequito.

Núñez, quien estaba acompañado a su vez por otro hombre llamado Jorge Bled, se cruzaron en el camino de Cignoli y Ruffini y, según testigos, se inició una pelea a golpes.
Cignoli, siempre según los testigos, se peleó a puñetazos con Núñez, hasta que éste lo mató de una puñalada.
Ruffini, refirió entonces que su amigo Cignoli había tenido un entredicho con Núñez en un bar denominado El Viejo Ciervo momentos antes de la pelea, hecho que fue confirmado luego judicialmente, al establecerse que el homicida tuvo un primer encuentro con la víctima, y que luego fue a buscar un cuchillo y volvió para poner fin a la discusión.

Por esa razón, el fiscal Franicevich planteó la intencionalidad del crimen y calificó el hecho como un homicidio simple.

"Queda bien claro que la víctima fue sorprendida por una artera puñalada, sin oportunidad de defensa alguna. El procesado acometió a la víctima con un firme objetivo: acuchillarla a traición y por detrás", opinó el fiscal, al tiempo que agregó que la víctima estaba "desarmada" y que "jamás hubiera pensado que se iba a encontrar con alguien preparado para la lucha armada".
A pocas horas de ocurrido el homicidio, la indignación creció entre los habitantes de Arequito y derivó en un levantamiento popular de características violentas, que apuntaron hacia el acompañante de Núñez, Jorge Bled, un hombre con antecedentes penales al que pretendieron echar de la ciudad.

La pueblada de entonces concluyó con la comisaría de Arequito destrozada, dos automóviles incendiados y varios heridos, incluso policías que repelieron con gases lacrimógenos y munición antitumulto los desórdenes.

Núñez estuvo un tiempo prófugo, pero una discreta vigilancia policial frente a la casa de su pareja, a la que visitaba semanalmente, permitió detenerlo poco después.

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