Presentan cargos formales contra Hussein

Saddam se negó a declarase inocente o culpable cuando el juez le pidió que lo hiciera. El tribunal especial que juzga al depuesto presidente iraquí reanudó hoy el juicio después de tres semanas de receso

Guardar
  162
162
(AP)

- El juez presidente del proceso en contra de Saddam Hussein acusó formalmente al ex dictador del asesinato y tortura de niños y mujeres, así como del arresto ilegal de 300 personas en actos de represión contra chiítas en la década de 1980, lo cual inicia una nueva fase dentro del juicio.



Saddam, sentado sin compañía alguna en las sillas para acusados, se negó a declarase inocente o culpable cuando el juez Raouf Abdel-Rahman le pidió que lo hiciera.



"No puedo sí o no a esto. Usted leyó todo esto para el beneficio del consumo público y no puedo responderlo brevemente. Esto no me afecta en lo más mínimo", dijo Saddam, de pie y con un ejemplar del Corán, el libro sagrado islámico.



"Usted se encuentra ante Saddam Hussein, presidente de Irak. Soy el presidente de Irak conforme la voluntad de los iraquíes y todavía soy el presidente", dijo.



Saddam y siete miembros de su depuesto régimen están bajo proceso durante siete meses en torno a la represión de residentes del poblado de Dujail y podrían ser condenados a la horca de ser encontrados culpables.



Sin embargo, conforme al sistema judicial de Irak, la corte primeramente escucha los señalamientos contra los defendidos y la evidencia que los sustenta. Entonces, los jueces deciden los cargos específicos en su contra y la defensa inicia sus labores.



Los cargos leídos por Abdel-Rahman incluyen el arresto de 399 personas, la tortura de mujeres y niños y el asesinato de nueve personas.



Las fuerzas de seguridad arrestaron a ciento de pobladores de Dujail, entre ellos familias enteras, luego de un intento de asesinato contra Saddam en esa población.



Testigos, entre ellos varias mujeres, informaron haber sido sometidos a torturas en prisión, así como la destrucción de cultivos y la muerte de 148 chiítas, condenados a la pena capital con relación al intento de asesinar a Saddam, ya fuera ejecutados o durante sus interrogatorios.



Luego de que Saddam se negó a declarar, Abdel-Rahman llamó a su medio hermano, Barzan Ibrahim, ex dirigente del servicio de espionaje Mujabarat. Le leyó los mismos cargos, agregando el de asesinato por la muerte de 148 condenados a la pena capital, todo lo que fue negado por Ibrahim.



Abdel-Rahman siguió entonces con los otros seis acusados, leyéndoles los cargos en su contra y todos declarándose inocentes.