Un cabo primero del Ejército de 30 años, que se desempeñaba en el Grupo de Artillería de Montaña 6 de Zapala, en Neuquén, apareció ahorcado y colgando de un árbol dentro del predio de la unidad militar, según se informó hoy.
Se trata de la misma unidad del Ejército donde en 1994 fue asesinado el soldado Omar Carrasco, el joven cuya muerte disparó finalmente el cese del servicio militar obligatorio en todo el país.
En este caso, la víctima es un suboficial oriundo de la provincia de Jujuy, identificado por los investigadores del caso como Santos López.
El cabo primero, de acuerdo con lo indicado, fue hallado en la víspera colgando de un árbol de varios metros de altura con una soga que tenía atada en el cuello.
El cadáver fue divisado por un criancero de la zona que dio aviso a la Policía, según se señaló en la edición de hoy del diario
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Luego del hallazgo, el cuerpo fue sometido a una autopsia en la Morgue Judicial, por disposición de la Justicia.
Mientras se esperaban los resultados de esos estudios, trascendió extraoficialmente que "todos los indicios apuntarían a que se trató de un suicidio".
"Hasta aquí no tenemos otros elementos que nos permitan aventurar una hipótesis diferente", dijo un vocero con acceso a la causa, en declaraciones citadas por el diario rionegrino.
De acuerdo con lo señalado, la Policía de Zapala fue alertada alrededor de las 19:30 de ayer por el llamado telefónico de un arriero contratista del Ejército.
Cuando los efectivos llegaron al lugar junto al fiscal de instrucción Fernando Rubio hallaron a López colgando de un árbol, se señaló.
El lugar donde fue encontrado el cuerpo "es un amplio mallín ubicado en la parte más lejana del predio militar, a varias cuadras de la continuación de la calle Asmar y a unos 400 metros del alambrado", se indicó.
En tanto, los investigadores informaron que el cabo primero tenía puesto el uniforme militar y portaba su libreta identificatoria.
Según confirmaron fuentes del caso, "no habría armas ni otros elementos en la escena".
Uno de los voceros consultados indicó al diario: "Vestía prolijamente, tenía los borceguíes puestos y no había indicios de violencia que nos permitieran albergar otras hipótesis investigativas".