Francisco Wichter, el único sobreviviente de la "Lista de Schindler" residente en la Argentina, contó su historia para la película de Spielberg, viajó a Mendoza al conmemorarse el Levantamiento del Gueto de Varsovia en donde relatará las miserias que vivió dentro de los campos de concentración hasta que fue liberado en la fábrica de municiones.
Francisco ya publicó un libro hace unos años en donde habla de sus vivencias, "El undécimo mandamiento".
En su departamento de Buenos Aires, donde vive con su esposa, Francisco tiene una serie de fotografías que hablan por sí solas un poco de su vida: con el uniforme de prisionero, una de su madre y otra de Emily Schindler, con quien estuvo en la Argentina, según publicó hoy el diario mendocino Los Andes.
Wichter proviene de una familia de cinco hermanos, de un pueblo polaco llamado Maski. Pero todo eso se derrumbó en la época de los nazis. Como ocurrió con la mayoría de los judíos, fusilaron a sus padres y luego se llevaron al resto. Pero él se salvó porque fue el elegido para esconderse en un sótano.
Pasó por numerosos campos de concentración en los que sufrió enfermedades, hambre y todo tipo de humillaciones. Pero fue en el campo de Plaszov, en los suburbios de Cracovia, donde escuchó por primera vez sobre Oscar Schindler.
"Era otoño del 44. Nosotros entramos en la Lista porque estábamos capacitados y eso servía para hacer las municiones", relató, y luego agregó: "Antes de irse, Schindler nos convocó. Subió a una especie de tarima y en alemán explicó que ojalá hubiera tenido más gente en su lista, que sobrevivimos y no había que bajar los brazos... También nos agradeció todo lo que hicimos y partió. Ya el 8 de mayo a la mañana nadie trabajó".
"Pasó la noche y al día siguiente vinieron los rusos. Antes, a la tarde, el que quería firmaba en un papel con nombre y apellido, en agradecimiento a Schindler, por lo que hizo, por salvarnos", señaló.
Con respecto a la película de Spielberg, no coincide con la representación de algunas escena en relación a lo que vivieron en ese entonces, pero destaca que fue gracias al film que él y otros sobrevivientes se animaron a contar su historia.
Wichter contó que estuvo "en la Lista y, si no fuera por la película... Se enteraron millones de personas. Ahí recién pudimos hablar. Fue el principio para contar; era de suma importancia porque hablando uno se alivia, alivia el corazón".