El nivel de pobreza bajó al 33,8 por ciento durante el segundo semestre de 2005, lo que representó una reducción de más del seis por ciento en relación al 40,2 por ciento que registraba ese índice en igual período de 2004, informó ayer el Instituto Nacional de Estadística y Censos (INDEC).
La indigencia, que comprende a la población con ingresos insuficientes para alimentarse, bajó en el mismo lapso al 12,2 por ciento, casi tres por ciento menos que el 15 por ciento que medía el indicador en el segundo semestre de 2004.
En ese sentido, cabe recordar que el costo de la Canasta Básica Total (CBT), que reúne los alimentos, vestimenta y servicios necesarios que requiere una familia con dos hijos para no caer por debajo de la línea de la pobreza, aumentó durante febrero un 0,63 por ciento, para alcanzar los 848,92 pesos, según el INDEC.
Asimismo, el aumento del 1,10 por ciento en los precios de los alimentos, que llevó a la Canasta Básica Alimentaria (CBA) para el mismo núcleo familiar a 393,02 pesos, fue el principal impulsor en la suba en el costo de ambos indicadores en el segundo mes del año.
Los hogares cuyos ingresos no alcanzan para cubrir la Canasta Básica Alimentaria son considerados indigentes.
La mejora en los índices de pobreza e indigencia del país está vinculada al crecimiento de la economía que en 2005 fue de 9,2 por ciento, lo que además posibilitó una reducción de 2 puntos en el nivel de desempleo.
Precisiones estadísticas
Vale señalar también que para esta medición, el INDEC no releva al total de la población del país, sino que considera una porción mayoritaria de los habitantes, a través del estudio de 28 aglomerados urbanos, que abarca a más de 24 millones de argentinos.
Según dicho muestreo, al segundo semestre de 2005, se encuentran por debajo de la línea de pobreza 1.746.000 hogares, los que incluyen 7.921.000 personas.
En ese conjunto, 594.000 hogares se encuentran, a su vez, bajo la línea de indigencia, lo que supone 2.848.000 personas indigentes.
Si se extrapola a una población total cercana a 36 millones de personas, el número de pobres se elevaría a 12.200.000 personas, con cerca de 4 millones de indigentes.
En caso de evaluarse la situación por hogares, el 24,7 por ciento es pobre, de los cuáles 8,4 por ciento son indigentes.
En caso de excluirse de la medición a los beneficiarios de planes sociales, la tasa de pobreza nacional se eleva a 34,6 por ciento.
El INDEC aclara que al observar los datos puede verse que la incidencia de la pobreza es mayor para las personas que para los hogares, lo que indica que, en promedio, los hogares pobres tienen más miembros que los no pobres. Es decir, que las diferencias no provienen de una metodología diferente, sino del tamaño de los hogares en ambos grupos.
Por regiones
La pobreza en Argentina disminuyó progresivamente desde el extremo de 57,5 por ciento que registró en octubre de 2002, tras el estallido de la última crisis económica, una de las más severas que ha vivido el país.
La tendencia a la reducción de la pobreza se replicó en todas las regiones del país pero se hizo más fuerte en el Gran Buenos Aires y en la región pampeana.
El nordeste de Argentina es la zona más castigada, con una tasa de pobreza del 54 por ciento y un 22,7 por ciento de sus habitantes por debajo de la línea de la indigencia.
En esta región, la ciudad más afectada es Corrientes, capital de la provincia homónima, donde la pobreza alcanza al 56,1 por ciento de la población.
Los menores niveles de exclusión se registraron en la Patagonia, con un 21,5 por ciento de pobres; en la región pampeana (centro del país), con un 30,7 por ciento; y en la ciudad de Buenos Aires, con un 11,5 por ciento.
En el conurbano cayó de 37,7 por ciento a 30,9 por ciento, mientras que la zona central del país bajó de 37,4 por ciento a 30,7 por ciento.
En el nordeste la pobreza afecta al 54 por ciento -la mayor tasa- luego de una reducción de 5,5 puntos desde el 59,5 por ciento que se había alcanzado en el segundo semestre de 2004.
En el noroeste la tasa de pobreza es de 48 por ciento, lo cual implica una reducción de 5,4 puntos en un año.
En la región de Cuyo se produjo una baja de 4,2 puntos porcentuales, de 41,4 por ciento a 36,9 por ciento.
En la Patagonia la disminución fue de 3,2 puntos, desde 24,7 por ciento a 21,5 por ciento, siempre comparando el segundo semestre de 2004 con igual período de 2005.