Un bebé de siete meses perdió un dedo por un descuido de una enfermera en un hospital Rogelio Cortizo, de Río Negro. La mujer le estaba sacando un vendaje el día en el que le habían dado el alta. Con las tijeras le desprendió una falange.
El pequeño había sido diagnosticado de una infección de ganglios. El 29 de noviembre fue dado de alta pero debía continuar un tratamiento en su casa. Minutos antes de salir, la enfermera le sacó la cánula, por donde le suministraban suero y medicamentos.
"Le estaba por cortar una venda que tenía en los índice y mayor con la tijera y le dije que se las dejara que yo se las quitaba en casa, pero me respondió que ella se las quitaría más rápido?, explicó Elba Lefipán, la madre del niño, informó el diario Río Negro.
?Cuando cortó me dijo: para completarla le corté un dedo. Yo pensé que estaba bromeando?, confesó la señora.
Sin embargo, cuando le tomó la mano notó la hemorragia. La enfermera corrió en busca de agua oxigenada y más vendajes.
Un médico de guardia se enteró de lo sucedido y le pidió a la enfermera que encontrara la falange faltante. Sin embargo, el trozo de dedo jamás apareció.
Al pequeño le hicieron las curaciones pertinentes y le permitieron regresar a su casa. Su familia hizo la denuncia de lo sucedido.
