La Base Bellinghausen, de nacionalidad rusa, está a menos de cien metros del complejo chileno, en la Isla Rey Jorge, y aún no se saben las causas del derrame.
El comandante de la base antártica chilena, Dennnis Harvey, señaló que los rusos tienen sus tareas propias y son independientes.
Durante el invierno el petróleo ?estuvo esparcido en tierra, como un charco congelado, y ahora escurrió debido al calor?, agregó el oficial.
La Bellinghausen posee un "parque de tanques de mil metros cúbicos", para almacenar combustible y abastecer incluso a la Base Artigas, de propiedad uruguaya.
Un informe del Instituto Antártico Uruguayo del 2003 destaca que la descarga "presenta un riesgo potencial para el medio ambiente".
Enseguida se pusieron en marcha los dispositivos de seguridad previstos por la Patrulla Antártica Naval Combinada.
La Armada Argentina busca impedir que el combustible se disperse en el área y trabaja para recuperar la totalidad del combustible derramado.
El Aviso A.R.A. ?Suboficial Castillo?, se encuentra colaborando en el territorio antártico con las fuerzas militares de Chile.
El buque argentino estará operando durante toda la temporada, con capacidad de rescate, salvataje y control de la contaminación acuática.