Antonio Barijho es una persona que nunca la "tuvo fácil" en su vida. De clase humilde, además tuvo que soportar la separación de sus padres a los cinco años, situación que lo marcó para siempre.
Sin embargo encontró una veta, un lugar para salir al mundo, para llevar una vida digna pero polémica, tal vez porque no sea un personaje políticamente correcto, o quizás por sus declaraciones. Pero si algo está claro, es que no pasa inadvertido: se lo ama o se lo odia.
El ex Boca, actualmente en el Barcelona de Ecuador, en donde le va "más o menos", dijo hace unos días: "Gracías a Dios nunca toqué un libro". Y, por supuesto, levantó polvareda.
En un diálogo abierto con Radio 10, el "Chipi" ratificó su declaración, aunque dejó en claro que a sus hijos los motiva para que estudien. "Mis chicos no tuvieron las oportunidades que tuve yo, porque mi infancia fue muy difícil y porque, si bien me gustaba poco la escuela, dedicaba toda mi vida a la pelota. Pero hoy les digo que se preparen, que lean y que sepan computación", aclaró el hincha fanático de Huracán.
Barijho tiene tres hijos de 8, 7 y 5 años y una hija de diez meses, que a su gusto y a su pesar viven en Buenos Aires con su madre, porque quiere que los "chicos vayan a la escuela en Buenos Aires", circunstancia que le dificulta la vida al goleador.
"Nunca me pude adaptar al hecho de estar fuera de mi casa, lejos de mi familia y de mis amigos, y por eso creo que no he rendido (como debiera) las veces que me tocó jugar afuera", finalizó el goleador.