River, la resurrección

Cuatro fechas atrás el equipo de Reinaldo Merlo era un fantasma de sí mismo. Pero como una especie de milagro, está a cinco puntos de los líderes y puede volver a soñar. Además, recuperó a su goleador: Ernesto Farías se destapó y ahora está imparable

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Nadie podrá dudar este fin de semana que el Apertura entrega cosas increíbles. O al menos da revancha. Un ejemplo de ellos es que hasta hace apenas cuatro fechas, River era apenas era un fantasma de sí mismo, sin nada que hacer en el torneo y hoy vuelve a dar pelea.

En la undécima fecha, el club de Núnez sólo podía aspirar a ganar el Superclásico y salvar el año. Pero no ocurrió ni una cosa ni otra: el equipo de Reinaldo Merlo empató con Boca en un pálido partido y el 2005 se hacía demasiado largo. Sin embargo, una jornada más bastó para que demostrar que River podía soñar.

Es que los de arriba empezaron a dejar puntos en el camino, y los "millonarios" aprovecharon. Así llegó una seguidilla de tres triunfos al hilo, que hoy lo dejan a cinco puntos de los líderes del torneo cuando faltan disputar cinco fechas, con chances serias de pelear por el título.

Sea por mérito propio o por errores de los demás, lo cierto es que la resurrección de River llegó. Con un contundente triunfo ante Instituto en Córdoba, que afirma la recuperación mostrada en las últimas dos fechas. Los apostadores que confiaron en el equipo de Núnez, estarán de parabienes.

Además, las tres victorias fueron sin discusión y con una firme potencia goleadora: tres a Central, cuatro a Lanús y otros cuatro a Instituto.

Hay una clave en todo esto: el equipo millonario recuperó a su goleador. Ernesto Farías se destapó de una larga sequía de partidos donde no convertía. Ayer se anotó tres goles, que se suman a una racha iniciada dos fechas atrás frente a Central. A quien le deberán agradecer también los hinchas de River es a Marcelo Gallardo, que en esa oportunidad le dejó ejecutar un penal como para que se saque las ganas. Créase o no, el ?Tecla? lo convirtió y de ahí no paró más.

Ahora River deberá esperar a que los de arriba sigan perdiendo partidos. No será nada fácil: tiene cinco equipos arriba con la cabeza puesta en el título, y no todos dejarán muchos puntos en el camino de acá hasta el final.

El gasto está hecho: Merlo tomó un equipo que no tenía rumbo en la quinta fecha del torneo. Le costó enderezarlo, pero lo consiguió. Y aunque no consiga el título lo gratificará, en el marco en que tomó el equipo, pelear hasta el final. Al menos, hoy River se volvió a meter en carrera. Lo más parecido a una resurrección.