- El empresario italiano Luciano Benetton anunció ayer la donación de 7.500 hectáreas de tierra a las comunidades indígenas de la Patagonia argentina.
"Hemos optado por una contribución concreta que es de cantidad y calidad", manifestó el empresario.
El grupo Benetton pondrá las tierras a disposición del gobierno de Chubut, en la Patagonia argentina en enero de 2006 para ser utilizada para las necesidades de las poblaciones indígenas.
Benetton se vio involucrado involuntariamente en un problema histórico entre el pueblo Mapuche y el estado argentino.
El premio Nobel argentino Adolfo Pérez Esquivel lo había acusado en 2004 de haber usurpado territorios a los indios mapuches.
"Usted se ha aprovechado del dinero y de la complicidad de un juez sin escrúpulos para quitarle las tierras a humildes familias mapuches", había expresado el líder argentino en defensa de los derechos humanos, que le valió el Nobel en 1980.
Un juez le dio la razón a Benetton por un contencioso de 385 hectáreas, de un total de 900.000 que el empresario compró al Estado argentino.
Esquivel sostuvo que los mapuches son los "legítimos propietarios de la tierra, aunque si no poseen la documentación que acredite su posesión".
En un tono amistoso, en que lo invitó a encontrarlo, Benetton rechazó el apelativo que le diera Pérez Esquivel de "señor feudal".
El empresario italiano sostuvo, por el contrario, que su inversión en la Patagonia argentina representa "un desafío" que contribuirá a "producir desarrollo y trabajo para el territorio y sus habitantes".
No se trata de derechos feudales, puntualiza, sino "reglas económicas en las cuales creímos: en la empresa, la innovación y actuar en favor del desarrollo".
Benetton había comprado esas tierras a tres familias argentinas en 1991, pero en el 2003, una familia de indios mapuches había ocupado cerca de 400 hectáreas, sosteniendo que le pertenecían a sus antepasados.
El sucesivo proceso judicial le dio la razón a Benetton y un juez ordenó el desalojo que provocó la polémica con Pérez Esquivel.
Los mapuches son un millón, la mayoría vive en Chile y en Argentina son cerca de 60.000. Históricamente perseguidos, sufrieron incluso bajo la dictadura de Augusto Pinochet (1973-90). Con la decisión de ahora, Benetton espera dar por cerrada esta historia.