Una guía paso a paso para solucionar en casa los problemas de los "cuelgues", el mal funcionamiento por virus y las miradas indiscretas.
Con tirar el monitor por la ventana no se soluciona nada. Cuando el caos está declarado, es más prudente -y más barato- armarse de paciencia y poner en práctica algunos mecanismos básicos para reparar el o los problemas que pueda presentar la PC.
Como punto de partida hay que decir que siempre es mejor prevenir que curar.
Actualmente la red está plagada de amenazas de todo tipo, desde virus que atacan el sistema operativo de la máquina hasta sofisticados mecanismos de espionaje que se encargan de obtener datos sobre los gustos y preferencias de cada usuario.
Cualquiera sea el caso, lo cierto es que estas plagas atacan el rendimiento general de la PC. Respuestas más lentas, "cuelgues" que pasan a ser constantes y propaganda indeseada son apenas algunos de los síntomas de una PC "infectada".
Si a la máquina le cuesta ejecutar programas, o demora demasiado en abrir carpetas o archivos, algo anda mal.
Frente a esto, la solución más dramática sería formatear la PC y reinstalar el sistema operativo.
Pero no hace falta llegar tan lejos. Antes de tirar todo por la borda, resulta conveniente poner en práctica algunos pasos básicos de mantenimiento y reparación.
Uno de estos mecanismos de reparación se llama Windows Update. Siempre es conveniente tener activada la actualización automática del sistema operativo a través de este servicio de Microsoft.
Periódicamente, la compañía de Bill Gates lanza "parches" y soluciones a problemas de seguridad descubiertos tanto en su sistema operativo como en su navegador, el Internet Explorer.
La instalación de los últimos parches que estén disponibles suelen arreglar muchos de los problemas y mejoran notablemente el rendimiento.
Pero esta solución no es para todos. En otras palabras, los piratas quedan afuera, pues desde el mes de agosto Microsoft impide el acceso a copias truchas de Windows.
El proceso de actualización es muy sencillo y lo gestiona un software de Windows llamado Windows Installer. El servicio discrimina entre actualizaciones críticas y otras opcionales.
También es conveniente revisar si la máquina sufre el alojamiento de un virus. Si la PC tiene instalado un antivirus, es conveniente realizar un análisis en profundidad de los sectores de arranque, la memoria y todas las unidades y particiones.
Si no tiene un antivirus, no es necesario instalar uno para realizar este análisis, sino que se puede recurrir a herramientas de análisis que se ofrecen en Internet.
En esta línea, lo que sigue es verificar si la máquina no sufre el alojamiento de un programa espía. Se trata de males conocidos como adware y spyware, que pueden transformar la máquina en una verdadera tortuga.
Pero también se pueden eliminar en casa y sin gastar un centavo en la reparación. Tanto para la detección como para la eliminación de este tipo de males es conveniente el uso de al menos dos herramientas que se consideran líderes en su género: Ad-Aware y SpyBot Search & Destroy.
Por otra parte, una interesante opción será recurrir a la herramienta para eliminar y proteger al usuario frente a estas dos amenazas que está apunto de lanzar Microsoft de forma gratuita.
Se llama Microsoft AntiSpyware y ya está disponible la descarga de una versión beta.
Direcciones de descarga: Ad-Aware SE Personal, SpyBot Search & Destroy.
Otro de los pasos para recuperar la máquina pasa por la limpieza del disco rígido, porque con el paso del tiempo esta unidad se llena de programas y archivos temporales que ocupan espacio y no cumplen ninguna función.
Para detectarlos y eliminarlos existen herramientas gratuitas muy interesantes. Se trata de Disk Cleaner y CCleaner. En sólo unos segundos detectan todos los archivos que pueden ser eliminados sin problema. Direcciones de descarga: Disk Cleaner, CCleaner.
También es conveniente desfragmentar el disco con la clásica aplicación de Windows "Desfragmentador de disco". Mediante este proceso se ordena el contenido del disco rígido, facilitando y reduciendo así el tiempo de acceso del sistema a los archivos.
También es recomendable limpiar el registro. El registro no es otra cosa que una base de datos que almacena información relativa a los programas instalados en el equipo, los perfiles de cada usuario o el hardware instalado.
Esta información es consultada constantemente por Windows. Con el tiempo, tras instalar y desinstalar programas, el registro puede ir corrompiéndose y hacer fallar al equipo.
Para esto existen dos programas muy útiles: EasyCleaner y RegSupreme. Estos programas eliminan de forma inteligente todas las entradas innecesarias o caducadas. Direcciones de descarga: EasyCleaner, RegSupreme.