Un nuevo libro echa por tierra el mito de que un buen galán debe estar bien dotado para el sexo y la fama de un conocido de mediados del siglo XX.
?El Último Playboy, la gran vida de Porfirio Rubirosa?, de Shawn Kelly, es una excelente crítica a los galanes ?de grandes proporciones?.
?El playboy dominicano Porfirio Rubirosa (1909-1965) tenía un atributo que superó récords, aunque en la década del ?50 no se hablaba del tema como se lo hace ahora?, dice Kelly en su libro.
?Lo genial de eso es que la razón de su fama, aunque se conociera, no se podía mencionar?, agrega. ?Su constante estado de erección le ganó el apodo de 'siempre listo'?.
Doris Dike, la tercera esposa de Rubirosa, aseguró que su marido tenía un pene ?mucho más grande que un bate de baseball?.
?Le tomaba tanto tiempo eyacular que al final me aburría un poquito", cuenta por su parte otra ex mujer del playboy.
?Siempre fue uno de mis principios. Voy a arriesgar lo que sea para evitar estar aburrido?, era el lema del superdotado.
El libro cuenta la oportunidad en la que Rubirosa realmente arriesgó todo y se fugó con la hija de su patrón, una chica de 17 años conocida como Flor de Oro.
Antes de morir, Flor de Oro grabó en un casete el relato de su noche de bodas: ?Fuimos llevados a un bungalow en los terrenos del palacio. Todavía llevaba puesto mi vestido de bodas para que mi madre pudiera verme con él antes de perder mi virginidad. Él me llevó al lecho nupcial. Estaba asustada con esa cosa apuntándome. Me asusté y corrí por toda la casa. Me costó una semana recuperarme de esa noche?.
Luego siguió una vida de diversión que le costó al playboy 2 millones de dólares. En esa época, se casó con la actriz de cine francesa Danielle Darrieux, con las dos reconocidas peluqueras Doris Duke y Barbara Hutton y pasó algunos días en el paradisíaco pueblo alemán de Bad Neuheim.
?¿Trabajar? Me es imposible trabajar, es que no tengo tiempo?, declaró en una oportunidad Porfirio.
Entre sus conquistas, algunos periodistas incluyen a Eva Perón, Ava Gardner, Jayne Mansfield y Verónica Lake, entre otras. ?En París durmió con miles y su caballerosidad es aún memorable. Aunque estuviera hablando con una anciana o una niña de 4 años, él no les quitaba la atención de encima aunque pasara a su lado la mujer más bella del mundo?, cuenta el libro.
Escandalosos y explosivos fue su casamiento con Zsa Zsa Gabor y su último matrimonio con la actriz francesa Odile Rodin.
?Rodin fue la única que supo domarlo. Tuvo sobre Rubirosa el poder que siempre había ejercido sobre otros?, cuenta el libro.
