Primero desautorizó el uso del pelo largo y la barba a los jóvenes. Después decretó que no se podía escuchar radio en los automóviles. Más tarde abolió la ópera y el ballet por considerarlos "innecesarios". Y ahora, el autoritario y todopoderoso presidente de Turkmenistán, Saparmurat Niyazov, prohibió tocar música grabada para proteger la cultura de su país, uno de los más pobres del mundo, de "influencias negativas".
Según diversos analistas, se trata de la última de una serie de extravagantes y drásticas medidas tomadas por el gobernante para disminuir la influencia extranjera y aislar aún más a la ex república soviética.
Este último decreto fue publicado en el diario oficial del país, y establece que queda prohibido el uso de música grabada en todos los canales de TV, eventos culturales organizados por el Estado, lugares de reunión pública, casamientos y celebraciones organizadas por el público.
Niyazov declaró que su decisión buscaba "proteger la verdadera cultura, incluyendo la tradición musical y vocal de Turkmenistán".
Según la editora de BBC en Eurasia, Catherine Davis, la gente que conoce a Niyazov dice que el mandatario está convencido de que fue enviado por Dios para llevar a su nación a una "era de oro".
"Más allá de los grandes edificios en la capital, hay un país empobrecido donde la vigilancia es un lugar común y la oposición pública es casi inexistente", señaló Davis.
De hecho, Niyazov - quien se hace llamar "Turkmenbashi", padre de todos los turcomanos - ha aplastado a la oposición y ejerce un control absoluto sobre todas las estructuras del Estado y los medios de comunicación de esta ex república soviética.
Asimismo, es objeto de un auténtico y exacerbado culto a su personalidad: carteles con su efigie decoran todos los edificios de gobierno; su rostro está estampado en todos los billetes y se han erigido en su honor numerosos monumentos, entre ellos una escultura de quince metros de altura en la capital.
En agosto de 2000, lanzó un canal de televisión temático, integralmente consagrado a su vida y a los "grandes éxitos del régimen".
Niyazov asumió el poder de este país de mayoría musulmana y fronterizo con Irán y Afganistán en 1985, cuando aún pertenecía a la Unión Soviética. Hoy en día, es el país más pobre del ex bloque comunista, a pesar de contar con la quinta reserva de gas natural del mundo, en orden de importancia, y con grandes depósitos de petróleo.