La costa de Gaza, atracción de inversiones inmobiliarias

(EFE).- La inminencia de la retirada de Israel y el desmantelamiento de los asentamientos judíos convierte a la franja de Gaza, especialmente en las tierras de la costa a orillas del Mediterráneo, en una oportunidad para las inversiones inmobiliarias.

El comienzo de la evacuación israelí y el desmantelamiento de los 21 asentamientos judíos establecidos en Gaza desde que este territorio fue ocupado por Israel en la guerra de junio de 1967, debe comenzar dentro de cinco semanas, el 15 de agosto.

"!Esto es como Manhattan en Nueva York!", exclamó Ibrahim Atrash, propietario de una tienda de ultramarinos en el barrio de Rimal, uno de los mejor cotizados de la ciudad de Gaza, al quejarse de que, suponiendo que tuviera la buena suerte de conseguir un terreno para edificar, lo pagaría hoy dos o tres veces más su valor hace un año.

Los 1.450.000 palestinos residentes en la franja de Gaza, con una costa marítima de 30 kilómetros, viven actualmente en un 60 por ciento de los 360 kilómetros cuadrados de su territorio, la zona mayor densidad de población del mundo.

Los 8.000 colonos israelíes que deben desalojar sus casas, la mayoría de ellos en la costa del Mediterráneo, y las fuerzas militares que los protegen, ocupan el 40 por ciento de la franja territorial palestina.

"El alza de los precios comenzó, aunque tímidamente, cuando hace un año (el primer ministro israelí Ariel) Sharón anunció su plan para 'desconectarse' de Gaza", comentó Atrash. "!Ve a comprar hoy un terreno en Rafah!", ciudad de la frontera con Egipto, dijo.

Hace dos años, en plena "Intifada" contra la ocupación israelí, el dúnam -medida de tierra en Oriente Medio equivalente a 1.000 metros cuadrados, décima parte de una hectárea- costaba 15.000 dólares. "Hoy se cotiza en 60.000", según una agencia inmobiliaria.

El presidente de la Autoridad Nacional Palestina (ANP), Mahmud Abás, ha advertido a la población de que el 95 por ciento de las tierras de las que ocupan los asentamientos judíos y las bases militares de Israel pertenecen al "patrimonio nacional".

El ministro de Asuntos Civiles, Mohamed Dahlán, declaró esta semana a un diario del Gólfo Pérsico, que donde se encuentran los asentamientos -que serán demolidos por el Ejército israelí- se construirán rascacielos para albergar a 250.000 palestinos.

Antes del anuncio del "plan de desconexión", impugnado hasta la fecha por los sectores radicales del nacionalismo israelí, un metro cuadrado de tierra en la ciudad de Gaza costaba 150 dólares y ahora 300 dólares", se asombró Musa Ghneim, un relojero.

"Esto es un casino para los inversores palestinos que trabajan en el Golfo Pérsico", comentó. "Les envían el dinero a sus parientes en Gaza para que les compren tierras con la esperanza de que al día siguiente de marcharse los judíos, se cotizarán cinco veces más".

El ministro de Infraestructura, Ghasan al Jatib, anunció recientemente la constitución de un tribunal "ad-hoc" para atender reclamaciones y dirimir pleitos en torno las tierras privadas que el Ejército israelí confiscó por "razones de seguridad" a fin de proteger a los colonos que, ajenos a la inflación de los precios entre los palestinos, todavía esperan impedir su desalojo.

En la zona donde se hallan el pueblo de El Muasi y los asentamientos del bloque de Gush Katif junto al mar, escenario esta semana de graves enfrentamientos, los precios se quintuplicaron.

Junto al asentamiento de Netzarim, a dos kilómetros de la populosa ciudad de Gaza, el precio de un dúnam actualmente oscila entre los 56.000 y los 70.000 dólares, cotización sin precedentes.

La ANP ha advertido de que las transacciones sobre tierras de los asentamientos, parte de las cuales pertenecen a personas privadas, serán invalidadas por el Gobierno, pero agentes inmobiliarios de Gaza e israelíes dicen que funcionarios públicos están coordinados con hombres de negocios implicados en la compraventa de tierras.