El presidente del Banco Central de Inglaterra tomó un poco de agua, observó al auditorio que ansiaba por su discurso, y se descolgó con el razonamiento que tenía como protagonista principal a nuestro genial Diego Armando Maradona.
Mervyn King hablaba sobre cómo un banco puede mantener bajo control determinados movimientos de la economía sin intervenir.
?El, aquella vez, corrió en línea recta. Encaró a cinco de nuestros jugadores, que esperaban que se moviera para un costado, pero siguió en línea recta y nos hizo el gol?, sostuvo King y continuó con que los jugadores ingleses actuaron según sus expectativas.
?Como esperaban que se moviera hacia la izquierda o hacia la derecha, él pudo seguir avanzando en línea recta?, argumentó.
De este modo, el funcionario británico justificó su visión de que los cambios que las expectativas sobre la evolución de las tasas de interés introducen en el mercado financiero, son suficientes para mantener la demanda, sin necesidad de aplicar modificaciones en el nivel de tasas oficiales.
De acuerdo al artículo publicado en el Financial Times y reproducido por El Cronista, Mervyn King sostiene que ?la influencia real de la política monetaria deriva menos del efecto de una decisión individual mensual sobre las tasas de interés, que de la capacidad del marco de políticas de condicionar las expectativas de inflación?.
Así, el presidente del Banco Central inglés confía en que la sociedad se guía por una serie de ?normas simples? para llegar a una definida meta de inflación.
A través de estos comportamientos, la meta de inflación ansiada no debe ser cambiada ante el mínimo cambio registrado en la velocidad del dinero o en la tasa subyacente de crecimiento de la productividad.