Tras 30 años de mentiras, confesó que nunca fue prisionero de los nazis

El deportado español Enric Marco, presidente de la Asociación Amical de Mauthausen, reconoció que nunca estuvo en un campo de exterminio y que se inventó toda su biografía

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Atrás quedan tres décadas de charlas, conferencias, homenajes e incluso un libro autobiográfico, "Memoria del Infierno", publicado en 1978, que convirtieron a este catalán en la voz de la memoria de los españoles.

Este engaño llegó a su fin el lunes, cuando Enric Marco fue relevado de todos sus cargos al frente de la asociación que agrupa a todos los deportados españoles en campos de concentración, que están desolados por la noticia.

Los rumores sobre la falsedad de su pasado comenzaron a circular el pasado 1 de mayo, horas después de que Marco, de 84 años, fuese reelegido presidente de la Amical.

Al parecer, un historiador no lograba encontrar su nombre en los archivos de Flossenburg, el campo de concentración donde supuestamente había estado Marco, de manera que elaboró un informe en el que cuestionaba la trayectoria de éste como deportado.

Tras tener acceso al informe, la junta de la Amical decidió que su presidente, que estaba de viaje en Austria para asistir a los actos de conmemoración del 60° aniversario de la liberación de Mauthausen, volviese a España para no enturbiar el homenaje, con la excusa oficial de que estaba enfermo.

A su vuelta, Enric Marco aguantó unos días, pero al no poder aportar los documentos necesarios para probar su pasado, se derrumbó y finalmente ayer reconoció que se lo había inventado todo.

Nunca salió de España bajo la condición de exiliado, nunca se incorporó a la resistencia francesa y nunca estuvo en el campo de concentración de Flossenburg, por lo que nunca fue liberado por las tropas aliadas en 1945 cuando finalizó la Segunda Guerra Mundial, tal como relató en su propia biografía.

La verdad, según reconocido Marco, es que salió hacia Alemania en una expedición de trabajadores españoles en 1941, padeció la prisión en régimen preventivo durante un tiempo, pero nunca en un campo de concentración, y regresó a España en 1943.

Marco comenzó a contar su historia de deportado a partir de 1978, fecha en la que fue elegido secretario general de la CNT, y el pasado 27 de enero protagonizó en el Congreso español -con un testimonio emotivo- el primer homenaje que se realizó allí a las víctimas de los campos de concentración nazis.

Los deportados reales y los hasta ahora compañeros de Marco en la asociación están desolados: Jesús Ruiz, tesorero de Amical dijo hoy en declaraciones radiales que habló con Marco y que éste "está hundido" y "se encuentra muy solo".

A modo de explicación, Ruiz dijo que Marco fabuló todos estos años y creyó sus propias mentiras.

En tanto, la actual presidenta de Amical, Rosa Torán, que tomó el lugar de Marco, expresó su "consternación y dolor" en declaraciones al diario catalán La Vanguardia, aunque no juzgó su comportamiento, y señaló que "lo que Marco hizo por la asociación no lo hizo nadie".

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